Viernes 15 de mayo de 2009, p. 35
Monterrey, NL, 14 de mayo. Cuando Carlos Romero Deschamps, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), andaba emproblemado
con el escándalo del Pemexgate (el presunto desvío de recursos sindicales a la campaña presidencial del Partido Revolucionario Institucional en el año 2000), Hilario Vega Zamarripa lo trajo a México desde Estados Unidos en su camioneta y lo mantuvo oculto en su casa de Cadereyta y en un domicilio de Monterrey, reveló hoy Saúl Vega Reséndiz, padre del joven levantado hace casi dos años, y de David, quien desapareció de la misma forma.
Cuando la situación se normalizó, Romero Deshamps viajó a la ciudad de México en un jet de su propiedad, agregó Vega Reséndiz, petrolero jubilado de 73 años de edad, quien dice no comprender por qué, si había tan buena relación entre su hijo Hilario y el líder petrolero, éste se ha negado a exigir al gobierno federal la presentación de 38 trabajadores de la refinería de Cadereyta que han desaparecido desde entonces.
Por no dejar el poder (Romero Deschamps) está vendido, porque él podría hacer asambleas, juntar a todos los secretarios generales a nivel nacional y hacer una reclamación al gobierno, pero no le conviene, porque lo echan para afuera inmediatamente
, señaló.
Hilario y David Vega Zamarripa eran dirigentes de la sección 49 del sindicato petrolero en Cadereyta. Fueron levantados los días 16 y 17 de mayo de 2007, respectivamente.
Saúl confía en que aún están vivos. Relató que en una ocasión fue a un campo deportivo donde dirige un equipo de softbol, y al pasar por un retén militar le dijo al responsable: Oiga, permítame: antes de que me empiece a revisar, le encargo a mis hijos. Yo sé que los tienen ustedes, los soldados
.
El militar le habló a un oficial de mayor rango. “Oiga, dice el señor que a sus hijos los levantaron.”
—¿Quiénes son sus hijos?
—Eran líderes de la sección 49 del sindicato petrolero.
—Mire, hay generales muy cabrones, que puede que les hayan cambiado el nombre a sus hijos y los tengan en Almoloya. Trate de hacer una investigación y a la mejor por ahí los encuentra –habría respondido el militar, según el entrevistado.
Comentó que sus hijos no estaban en líos, por lo que descarta que su desaparición haya sido algún ajuste de cuentas del crimen organizado. Más bien considera que el secuestro tiene que ver con las posturas de Hilario Vega contra la privatización de Petróleos Mexicanos y sus denuncias sobre malos manejos en la paraestatal, entre ellos descuidos de mantenimiento que provocaron accidentes y graves pérdidas.
Sostiene que una ocasión estaba con su hijo en un rancho de Cadereyta y lo mandaron llamar de parte del entonces presidente Vicente Fox.
–A ver, mi líder, ¿que usted quiere hacer una huelga en la refinería? –habría preguntado Fox.
–No, señor. No queremos hacer una huelga. Yo quiero mucho a mi sindicato, quiero mucho a mi empresa, pero también quiero mucho a México –respondió Hilario.
El problema para las autoridades es que Hilario era buen orador y sabía defender a un compañero. Ése fue el detalle: era un líder diferente y pensaron que le iba a echar a perder sus planes al gobierno, aunque tampoco era la idea de mi hijo
, añadió.