Opinión
Ver día anteriorMartes 12 de mayo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Sanitaria y económica, las alertas preventivas en el DF

Regreso a la normalidad, sólo si hay voluntad federal

A

hora que cuando menos en la ciudad de México el problema del virus de la gripe humana se ha controlado, vale la pena establecer algunas diferencias en cuanto a la visión que se tuvo para enfrentar una situación inédita, y a todas luces peligrosa.

Las decisiones del Gobierno del DF al principio eran alarmantes, contrastaron con la calma, por decirlo de alguna manera, que se mantuvo en la Presidencia de la República, y sobre todo en el estado de México.

Aunque como todos saben, fue en la noche del jueves 23 de abril cuando se decidió frenar las clases en toda el área metropolitana, y un día después el GDF publicó un acuerdo de suspensión de actividades en los establecimientos mercantiles ubicados en las delegaciones del Distrito Federal, que firmó el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila Pérez.

Con ese anuncio, el gobierno de la ciudad marcó cierta distancia de las acciones que se tomaban en Los Pinos. Es más, en esa misma fecha, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, daba como plazo para la suspensión de actividades los siguientes diez días.

Un día después cerraron las escuelas y los restaurantes, los bares y toda actividad que significara concentraciones masivas. La medida sucedió en el Distrito Federal, pero en el estado de México la vida siguió su curso casi normalmente.

Los estacionamientos de los restaurantes ubicados en los linderos entre el DF y el estado de México se llenaron de grandes camionetas y de guaruras. Si la actividad comercial en la capital quedó congelada, en la entidad vecina los comederos se llenaron como nunca. Las ventas se fueron para arriba.

En San Luis Potosí, que ya daba aviso del mismo problema, el gobierno panista tampoco decidió suspender ninguna actividad. Hasta se celebró un partido de futbol. En esa entidad ahora se tienen problemas graves, y aunque no se podría decir con firmeza que el aumento en el número de enfermos se debe a que no se suspendieron las actividades, tampoco se puede negar. San Luis no estaba en la lista de las entidades que debería seguir las reglas que se impusieron. Nadie explicó el porqué.

La alarma sobre la situación económica que padece el DF. El miércoles 22, es decir, un día antes de hacerse pública la situación de virus de la gripe, se dijo que las entidades autónomas de la ciudad, e inclusive la Asamblea Legislativa, tendrían un recorte en sus presupuestos debido a la crisis, y luego, el mismo gobierno capitalino, horas después de declarar que la emergencia sanitaria había terminado en su fase más grave, declaró que el problema financiero se nos venía encima.

Las medidas para tratar de mitigar la caída espectacular de la economía en la ciudad se anunciaron entonces. Ayer se dieron los primeros cheques con la devolución de impuestos a los afectados por la suspensión de actividades, y se continuó con el apoyo a los meseros, pero la crisis es enorme.

Reactivar la economía en la ciudad, que ha sufrido, junto con el país, una continua merma en su producto interno bruto requiere de un apoyo especial. Todo parece indicar que el gobierno capitalino no quiere seguir el camino del endeudamiento y tiene la posibilidad de marcar caminos nuevos para salvar la tarea, pero requiere, cuando menos, de que las participaciones federales se las otorguen completas y en tiempo. Si las consideraciones políticas no intervienen, deberá haber comprensión y ayuda para el DF, si no, que la crisis nos agarre confesados.

De pasadita

La mañana de ayer, en una reunión de alto nivel, los representantes de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa advirtieron al gobierno de la ciudad que habrá un periodo extraordinario. Entre otros puntos, pretenden que esa comisión se vuelva rotativa. Suponen que con esa medida impedirán lo que podría hacer la mayoría perredista. Claro, quien lo propone son los perredistas.