Washington, 10 de mayo. Con la sonrisa que le caracteriza, el presidente Barack Obama bromeó el sábado por la noche a costa de México, de la epidemia de influenza tipo A/H1N1 y de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, su antigua adversaria en la campaña por la nominación presidencial del Partido Demócrata.

Nuestra relación no podría ser más cercana. Apenas un segundo después de haber vuelto de México, me abrazó, me dio un gran beso y me dijo que yo mismo debería ir allá, dijo Obama ante 2 mil 700 periodistas y personalidades de la cinematografía que acudieron el sábado por la noche a una cena de gala, en la que el plato fuerte fue la presentación del mandatario en su calidad de comediante, todo por un precio de 200 dólares.

Los comensales celebraron este chiste de Obama, que aludía a la influenza tipo A/H1N1, que en Estados Unidos sigue siendo llamada gripe porcina. El acto fue organizado por la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca y, si el resultado de la presentación fuera medido por los decibeles alcanzados con la risa del gobernante, muchos aquí lo habrían descrito como un sonoro éxito.

De todas las presentaciones que los presidentes de Estados Unidos deben cumplir protocolariamente en sus primeros 100 días de gobierno, la que parece más inquietante no es la primera cumbre internacional ni el primer banquete de Estado, sino la cena convocada tradicionalmente por los periodistas que cubren las noticias surgidas de la Casa Blanca.

Para los corresponsales, ésta es la cita en que los jefes de Estado tienen que exponer su aura a los cuatro vientos y ocupar el puesto de comediante.

Debo confesar que yo realmente no quería estar aquí esta noche. Pero tuve que hacerlo. Ése es uno más de los problemas que heredé de George W. Bush, dijo Obama, quien al mofarse de su antecesor y de los republicanos provocó las más estridentes risas de la gente que lo acompañó en el salón principal del hotel Hilton, de Washington, entre quienes estuvieron los músicos Sting y Stevie Wonder, y los actores Robert de Niro, Eva Longoria y Demi Moore, así como los cineastas George Lucas y Steven Spielberg.

Obama no fue nada clemente con el ex vicepresidente Dick Cheney, a quien se atribuye en parte la idea de invadir Irak y la práctica de la tortura en los interrogatorios a los prisioneros de la base estadunidense de Guantánamo.

Cheney, explicó Obama, no pudo acudir a la cena porque está en estos días muy ocupado en la redacción de su próximo libro, al que titulará Cómo disparar a los amigos e interrogar gente. La referencia a los tiros se debe a que hace unos años, cuando Cheney estaba en el gobierno, hirió de un disparo de escopeta a un compañero en una cacería, según se dijo, de manera accidental.

Obama, quien se mofó al hablar de su dependencia del teleprompter (pantalla en la que se puede leer discursos), se mostró condescendiente consigo mismo cuando habló de su gobierno.

Creo que en mis próximos 100 días seré tan exitoso que estaré en condiciones de completar (el trabajo) en 72 días. Y el día 73 lo dedicaré a descansar, advirtió, no sin acotar que en el segundo centenar de jornadas diseñaremos, construiremos y abriremos una biblioteca dedicada a mis primeros 100 días.

Sobre la fallida designación de secretarios de Comercio, Obama dijo que ningún otro inquilino de la Casa Blanca había nombrado tan rápido a tres titulares de la cartera –incluido el mexicano-estadunidense Bill Richardson–, aunque dos se tuvieron que retirar antes de que el Senado los confirmara, a causa de problemas con su pasado.

También se burló de la cadena de televisión Fox, que generalmente simpatiza con posturas conservadoras, antinmi- grantes y, en procesos electorales, con candidatos republicanos. Muchos de ustedes me cubrieron; todos ustedes votaron por mí. Disculpas para la mesa de Fox.

Comentaristas de la prensa en el país opinaron que el presidente fue acertado en su debut. Estuvo muy divertido, dijo un reportero de la cadena de televisión CNBS al diario Los Angeles Times.

En la reunión, la actriz afroestadunidense Wanda Sykes también bromeó sobre Obama y dijo que cuando comience a cometer errores en su gobierno los negros se preguntarán: ¿Quién es ese medio blanco? ¿Quién votó por el mulato?