Cuatro titulares de la Secretaría de Salud (Ssa) de gobiernos priístas recomendaron ayer al presidente Felipe Calderón Hinojosa que México fortalezca el trabajo científico en universidades y centros de salud, además de los laboratorios especializados, para enfrentar situaciones como la epidemia de la influenza A/H1N1.

Por segunda vez desde que se inició esta emergencia, los ex secretarios de Salud regresaron a la residencia oficial de Los Pinos y coincidieron con Calderón en la necesidad de estar preparados ante posibles nuevos brotes y reducir sus alcances.

Además de Guillermo Soberón, Jesús Kumate y Juan Ramón de la Fuente, esta vez asistió a la casa presidencial José Antonio González Fernández, quien fuera el último secretario de Salud en el sexenio de Ernesto Zedillo, y el único que, como abogado, no proviene del gremio médico en ese grupo.

El encuentro duró casi dos horas. A las 11:30 de la mañana los cuatro ex funcionarios iniciaron su charla con el michoacano y a las 13:15 comenzaron a salir de la casa presidencial; ninguno se detuvo a hablar con los reporteros que aguardaban en la puerta cuatro.

De acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República, los ex secretarios subrayaron la necesidad de que México continúe manteniendo una excelente coordinación con las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud.

Todos coincidieron –según el texto de Los Pinos– en respaldar el llamado hecho por el presidente Felipe Calderón a la población a no bajar la guardia en las medidas preventivas contra el virus de la influenza A/H1N1, y mantener una estrecha comunicación y coordinación con las autoridades sanitarias de todo el país para actuar oportunamente ante cualquier resurgimiento de esta enfermedad.

Según la Presidencia de la República, los ex secretarios del ramo expresaron que la actuación del gobierno federal fue oportuna y las medidas aplicadas demostraron ser efectivas. Pero también señalaron la necesidad de estar preparados ante posibles nuevos brotes y reducir sus alcances.

En tanto, Calderón presentó un recuento del estado de la contingencia sanitaria y señaló que su política consiste en reforzar el monitoreo de la epidemia para detectar con la mayor prontitud cualquier posible brote como consecuencia del regreso a los planteles educativos, los centros laborales, así como en los lugares de esparcimiento.

Señaló que el conocimiento obtenido por México a raíz del surgimiento de este virus, la responsabilidad ciudadana con la que se ha hecho frente a la epidemia, así como la cooperación internacional, permitirán contar con mejores instrumentos en caso que se presenten nuevos contagios.

Calderón estuvo acompañado por su secretario particular, Luis Felipe Bravo Mena, y el secretario de Salud, José Ángel Córdova.

¿Cuba? A lo mejor no voy a poder ir

Por la noche, en una entrevista televisiva, Calderón habló del viaje que tenía programado para el primer semestre del año a La Habana, y dijo que como Cuba impidió los vuelos a México por la epidemia, pues a lo mejor no voy a poder ir.

Señaló que la cancelación de esta visita sería una consecuencia no prevista de decisiones que se toman sin fundamento técnico suficiente y reconoció que esta epidemia es una alerta brutal para que el sistema de salud reaccione más rápido y pueda coordinarse mejor. Afirmó que su gobierno tiene que hacer una revisión completa del sistema de alerta epidemiológica.

Calderón explicó que mientras duró la emergencia, estuvo con sus hijos todo el día y armó con ellos rompecabezas, jugó turista y monopolio.