El secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, adelantó un retroceso de 7 por ciento en el producto interno bruto (PIB) durante el primer trimestre del año, con lo que la economía mexicana ya se encuentra en recesión.

En una reunión con corresponsales extranjeros, el funcionario reconoció que la economía mexicana acumula dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo, impactada negativamente por la crisis financiera internacional y la epidemia de influenza humana. Al cuarto trimestre de 2008 la economía mexicana registró una contracción de 1.6 por ciento, que se sumaría al 7 por ciento pronosticado por Carstens para los primeros tres meses del año.

Es un hecho que estamos en recesión, puntualizó el funcionario al confirmar la norma que aplica este término luego de dos trimestres consecutivos de contracción económica .

También adelantó que a lo largo del año el PIB tendrá un comportamiento negativo de 4.1 por ciento, cuando anteriormente, en un primer borrador del presupuesto para 2010, la SHCP había mantenido su proyección de un retroceso de 2.8 por ciento.

Apenas el pasado 30 de abril la SHCP dio a conocer su informe trimestral sobre las finanzas públicas y la deuda pública, donde adelantó su percepción sobre la situación económica del país en medio de la desaceleración económica global y el deterioro del consumo y la confianza.

En el documento la dependencia reconoció que no obstante los programas contracíclicos impulsados por el gobierno federal, dadas las condiciones internacionales, se estima que durante el primer trimestre de 2009 el valor real del PIB haya caído a una tasa anual cercana a 7 por ciento.

Ayer, en su reunión con los corresponsales extranjeros Carstens confirmó el pronóstico, aunque, matizó, el retroceso anual se ubicaría en 4.1 por ciento gracias a un ligero repunte hacia el segundo semestre del año.

Hace una semana la SHCP hacía referencia a las condiciones de las principales variables económicas que impactan negativamente la economía nacional: contracción de 2 por ciento en la producción agropecuaria; retroceso de 12 por ciento en la producción industrial, en particular la manufacturera con 15.6 por ciento menos, y la oferta real de servicios que bajó 9.3 por ciento; retroceso de 8.5 por ciento en la formación bruta de capital fijo; un retroceso a tasa anual de 28.6 por ciento en el valor nominal en dólares de las exportaciones de mercancías (en particular las exportaciones petroleras, extractivas y manufactureras se contrajeron en 58.1, 26.9 y 22.8 por ciento, respectivamente).