Volveremos para hacer negocios, advierten empresarios
La esposa de Calderón les dio la bienvenida en el hangar presidencial
Jueves 7 de mayo de 2009, p. 9
Después de 16 horas de vuelo en el trayecto de Hong Kong a México y de soportar, en algunos casos, hasta una semana de cuarentena
con actos de discriminación y malos tratos por parte de autoridades chinas, por la sospecha de ser posibles portadores del virus de influenza A/H1N1, la mañana de ayer arribaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) 138 connacionales, entre ellos siete menores de edad, en un avión fletado por el gobierno federal para repatriarlos.
En las escalerillas del avión 777-200 de Aeroméxico, en el hangar presidencial, esperaba Margarita Zavala, con cubreboca sobre el cuello, para darles la bienvenida, sin los acostumbrados beso y saludo de mano, sino con las palmas abiertas haciendo un vaivén.
Desde lo alto de las escalerillas, uno de los pilotos ondeó la bandera mexicana, lo que provocó aplausos y vivas de medio centenar de familiares de los recién llegados.
Un matrimonio con dos niños en brazos fueron los primeros connacionales en descender.
El piloto Francisco Nicolao destacó el largo y exhaustivo trayecto iniciado la madrugada del pasado lunes, cuando salieron de la ciudad de México rumbo a China con la misión de repatriar a los connacionales retenidos en las ciudades de Shanghai, Pekín, Guangzhou (Cantón) y Hong Kong. Los trayectos, dijo, equivalen a dar una vuelta al mundo en dos días, con dos tripulaciones de nueve sobrecargos y tres pilotos cada una, y una tercera que se incorporó en Hong Kong para hacerse cargo del vuelo final.
Posteriormente, en un salón de la terminal 2 del AICM, y tras al decisión arbitraria y discutida de personal de la cancillería de no permitir a todos los reporteros estar en la llegada, con el argumento de que faltaba espacio para la prensa, cinco de los pasajeros relataron pormenores de su confinamiento.
Con matices, aseguraron haber sido víctimas de discriminación, vejaciones y malos tratos por parte de las autoridades chinas.
Las parejas formadas por Marco Antonio Saldívar y María de Lourdes Castañeda, y Alberto Villas y Rosa Martha García, así como Mirna Berlanga, relataron el trato injusto
que recibieron, que alcanzó incluso al personal diplomático de México, con quienes nunca se les permitió tener trato directo.
Los connacionales se refirieron al caso de una familia integrada por los padres y tres niños que fue confinada en un hospital inmundo
, en el que se observaba basura y sangre por todas partes, donde permanecieron varios días.
La joven Berlanga pasó horas de angustia en Pekín cuando fue separada de sus compañeros de viaje, en un vuelo procedente de Estados Unidos, y confinada a un hospital móvil, incomunicada, sin agua y sin baño, durante varias horas, para luego ser recluida en un hotel en pésimas condiciones, en una cuarentena
que duró casi seis días.
De acuerdo con sus testimonios, los connacionales retenidos en Pekín fueron los que recibieron los peores tratos.
El matrimonio Saldívar narró la forma en que el gerente del hotel Ramada de Hong Kong los lanzó a la calle con maletas, tras conocer la alerta sanitaria, y la forma en que fueron trasladados, con vestimenta esterilizada de pies a cabeza, custodiados hasta por 20 motociclistas y ambulancias. Sin embargo, en su calidad de empresarios, volverán a viajar a ese país. Vamos a hacer negocio, y a traernos su dinero para acá
, dijo Lourdes Castañeda.
La pareja Villas, que advirtió que regresará a ese país, dijo entender
a los chinos, que hace seis años sufrieron graves consecuencias por la propagación de la llamada gripe aviar. Pero nosotros no tenemos la culpa ni tenemos por qué pagar por eso
, manifestó Martha García.
Todos lamentaron que por disposiciones médicas de China no fue posible traer de regreso al único mexicano que portaba el virus A/H1N1.