Familiares logran internar a un paciente tras buscar ayuda
Miércoles 6 de mayo de 2009, p. 10
Seis pacientes esperaban ser atendidos este martes en el área de urgencias del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), donde se suspendieron las actividades por ser día de descanso obligatorio.
Sin embargo, el servicio de urgencias permaneció abierto las 24 horas para dar atención a quienes realmente lo ameritaran.
Afuera del instituto decenas de personas, gran parte con tapabocas, aguardaban a que salieran sus familiares o a recibir información sobre quienes habían sido internados. Es el caso de dos mujeres que desde las seis de la mañana llegaron a pedir atención de emergencia para su familiar.
A las 14 horas ya tenían noticias de que permanecería internado. Según narraron, se trata de un hombre adulto que desde la semana pasada presentaba fiebre y tos. Lo llevaron al Hospital Juárez y a un médico privado, pero no recibió atención y fueron a parar al INER.
Las mujeres, que no portaban cubrebocas por considerarlo molesto y que no sirve de gran cosa
, indicaron que en el INER de inmediato trataron a su familiar; les informaron que no padecía influenza A, sino neumonía.
Según comentaron otros familiares, al momento de recibir a sus pacientes les daban a llenar un cuestionario donde, además de los datos generales, les pedían algunas especificaciones sobre su estado de salud.
Otros familiares de al menos tres pacientes, refirieron que los trastornos respiratorios que éstos sufrían no tenían relación con la influenza. Un hombre que desde el 23 de abril se encuentra en el INER, luego de que operaron a su hija por una infección de muelas que se expandió al esófago y otros órganos, dijo que en los primeros días sí hubo saturación en el servicio porque llegaba mucha gente atemorizada de haber contraído el virus, acompañada en ocasiones por hasta 10 familiares. Posteriormente, todo se ha desarrollado con tranquilidad.
Lo cierto es que las autoridades del INER optaron por sacar de las salas de espera a todos los familiares y dejar sólo a quienes se encuentran enfermos.