Cientos de perredistas marcharon del monumento a Colón a las oficinas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital de Querétaro para conmemorar el 20 aniversario de esa organización y reiterar en carta pública sus reclamos al líder estatal, Horlando Caballero Núñez, a quien acusan de acciones excluyentes.

El ex dirigente estatal Pablo González Loyola Pérez consideró que el PRD vive la peor crisis de su historia porque se ha convertido en una agencia de colocación en cargos públicos, puestos directivos y candidaturas, en beneficio de unos miembros y en demérito de otros.

González Loyola, de Izquierda Unida, exigió en abril una elección abierta de candidatos, pero Caballero Núñez –que encabeza la corriente Nueva Izquierda en Querétaro– organizó un cónclave en el cual excluyó a los consejeros no afines.

El también presidente de la mesa directiva del consejo estatal reiteró su inconformidad contra el líder por impedir que miembros de otras corrientes fueran postulados, e insistió en que a su grupo le corresponden candidaturas en los municipios de Querétaro, Cadereyta, Corregidora, Colón, El Marqués, Tequisquiapan y Pedro Escobedo.

Pidió revisar las listas de consejeros estatales, pues hubo siete cambios debido a la exclusión, y demandó auditar las finanzas del PRD porque miembros de corrientes distintas a Nueva Izquierda no reciben apoyo alguno.

En Monterrey, Nuevo León, militantes señalaron que el PRD tiene mucho que celebrar, pero también mucho que corregir a fin de recuperar posiciones.

Daniel Salazar Mendoza, secretario general perredista en Nuevo León, recordó que su partido gobierna cinco entidades y más de 400 municipios, que representan casi un tercio de la población nacional; sin embargo, en el estado la izquierda es una fuerza marginal a causa de sus divisiones internas, corrientes mal entendidas y falta de vocación democrática de militantes y dirigentes.