Casi la mitad de los recursos asignados a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se usan en la total opacidad y a discreción de la Comisión de Gobierno, afirmó el diputado local del PRD Enrique Vargas, quien consideró que ante el cierre de los trabajos de la cuarta Legislatura es necesario y pertinente que esta instancia rinda cuentas sobre el gasto ejercido.

El presidente de la Comisión de Hacienda señaló que de acuerdo con información vertida por la Tesorería del órgano legislativo, de 2008 a 2009 el presupuesto destinado a operación se incrementó 17.91 por ciento, al pasar de 468 millones 887 mil 445 pesos a 552 millones 841 mil 829 pesos, de los cuales se desconoce en detalle cuál es su destino.

Estos recursos asignados al rubro de servicios personales, donde se registró el mayor incremento presupuestal de este año, representan cerca de 40 por ciento del gasto de toda la Asamblea Legislativa, que es del orden de mil millones 216 mil pesos, refirió.

Asimismo, señaló que en el capítulo 1000, del año 2000 a 2009 hay una tendencia permanente en el gasto asignado a la plantilla laboral que no corresponde con el crecimiento del número de los trabajadores de base. Aquí lo que entiendo es que se ha incrementado el personal de apoyo, como asesores, y los temporales, pero se desconoce en qué cantidad, apuntó.

Señaló que el único indicativo que se tiene es el incremento presupuestal en este rubro. En los recientes tres años hubo un crecimiento de 23 por ciento, y este es un asunto delicado, porque se puede interpretar que este personal está asignado a cuestiones personales de algunos diputados, agregó.

A ello, abundó, se suma el hecho de que en el capítulo 5000, en el que se incluyen los recursos asignados a difusión, el gasto se ha disparado. Indicó que es probable que obedezca a incrementos en contratos de publicidad que se han signado para llevar a cabo una campaña de posicionamiento de la Asamblea Legislativa.

En principio, señaló que no se tiene conocimiento de cuántos recursos se asignaron para ello y en segundo lugar, agregó, se trata de un gasto absurdo, pues cuál es el objeto de posicionar al órgano legislativo hasta el final. Esto debió darse en momentos en los que hubo las acciones de mayor relevancia, cuando se aprobaron las iniciativas que causaron polémica, refirió.

Lo grave, apuntó, es que gran parte de los recursos se ejercen con total discrecionalidad. Pedimos transparencia a los demás, pero no tenemos autoridad moral para hacerlo.