Mientras el paraguayo Dante López enviaría la noche del pasado miércoles a su familia de vuelta a su país, a Martín Bravo le piden desde su casa en Argentina que regrese, ante la emergencia sanitaria que se vive en México por el brote de influenza porcina.

Si bien no ha surgido ningún signo de alarma en Pumas, como respondió el médico Roberto Rodríguez, a Bravo le ha causado un poco de miedo la situación, pero explica a sus padres, quienes se comunican a diario, que debe cumplir un contrato con el equipo.

López recordó que alguna vez le tocó vivir una situación parecida en su país por el dengue, pero no fue nada comparado como lo que ocurre en este momento en México y entiende que son drásticas, pero acertadas las medidas para jugar los partidos de futbol a puerta cerrada, así como otras actividades que pueden cancelarse.

En lo deportivo, los auriazules entrenaron en la cancha del estadio Olímpico Universitario de cara a su visita a Zapopan para enfrentar este viernes a Tecos, a las 17 horas, con la mentalidad de estar bien concentrados para regresar con los tres puntos y lograr el objetivo de sumar 30 en la presente temporada.

Ojalá se nos dé la victoria, ya que esas unidades serían importantes para lograr la clasificación y sumar en el último partido 30, meta que el técnico (Ricardo Ferretti) y nosotros nos fijamos, reiteró el ariete sudamericano.

Bravo coincidió que luego del empate contra Chivas, el conjunto de la UNAM deberá vencer a Monterrey en CU para acumular los puntos que se propusieron como institución y lograr el pase a la siguiente fase del campeonato mexicano, en el cierre de una temporada que consideró aceptable en lo personal, con seis goles.

No obstante, mantiene el ánimo de superarse y buscará hacer más anotaciones para ayudar a la institución auriazul.