San Luis Potosí, SLP, 28 de abril. Alejandro Zapata Perogordo, candidato de los partido Acción Nacional y Nueva Alianza a la gubernatura de San Luis Potosí, rechaza el estigma de organización de derecha que pesa sobre el blanquiazul: Todos los extremos son malos. Manuel Gómez Morín (fundador del PAN) se definía como un pragmático idealista.

Asegura que la historia parlamentaria del PAN demuestra que este partido es humanista. La ultraderecha no me parece, tampoco la extrema izquierda, porque ambas terminan en el fascismo. Lo conveniente es el centro; ahí se pueden hallar coincidencias.

En 1981, un año antes de ingresar al PAN, Zapata Perogordo estaba terminando la licenciatura en derecho y se unió al doctor Salvador Nava –fallecido en 1992–, cuyo movimiento poselectoral fue institucionalizado y capitalizado por el blanquiazul.

Eran tiempos difíciles y sumábamos pocas personas, pero creíamos que las cosas podían cambiar. Estuve en procesos electorales donde a las 9 de la mañana las urnas ya estaban rellenas, pero sabíamos que las campañas eran de denuncia y éramos, por mucho, la voz de los ciudadanos.

Casado con Marcela Suárez del Real, padre de tres hijos y hábil orador, Zapata Perogordo tiene una larga trayectoria en el PAN: fue secretario general del ayuntamiento potosino, representante ante organismos electorales, diputado local en 1987 y federal en 1992. Cinco años después compitió por la alcaldía de la capital estatal y en 2000 regresó a la cámara baja.

Buscó ser candidato a la gubernatura en 2003, pero le ganó Marcelo de los Santos Fraga. Fue candidato a presidente nacional del PAN en 2005 y es senador desde 2006.

Dos años después, en la elección interna, venció al también senador Eugenio Govea Arcos y al secretario del Trabajo y Previsión Social del gobierno foxista, Francisco Javier Salazar Sáenz, para dar continuidad al panismo en el gobierno estatal.

El pasado 7 de diciembre Govea dijo que la selección de candidato había sido un cochinero, pero no ahondó en su queja. Zapata comenzó su campaña el 3 de abril y utiliza lo mismo redes sociales de Internet como Facebook, Hi5 y MySpace, que los tradicionales pendones y anuncios espectaculares.

El narco, herencia del PRI

No teme que el aumento del crimen durante los gobiernos panistas le reste votos. Asegura que el problema creció durante el régimen priísta, y cuando llegó Vicente Fox ya existía un verdadero cochinero y capos bien posicionados, como los Arellano Félix.

Admite que a los potosinos les preocupa el crecimiento de la delincuencia y ofrece colaborar con las políticas del presidente Felipe Calderón. Legalizar la mariguana, sostiene, no resuelve nada, pues la delincuencia organizada trafica droga lo mismo que secuestra, roba bancos, extorsiona y chantajea.

Su relación con el gobernador Marcelo de los Santos está marcada por la rivalidad desde 2003, cuando ambos disputaron la postulación. Seis años después, el hoy candidato asegura ser amigo de su correligionario.

Cuando ganó Marcelo me sumé al proyecto de Acción Nacional y lo acompañé en actos de su campaña; lo apoyé y luego dejé la vida pública local para no hacer sombra. Incluso le reconoce cualidades y asegura que su gobierno terminó con el sistema político vertical que imperaba en San Luis para pasar a uno de pesos y contrapesos.

No ha medido ni le preocupa si la publicidad oficial lo favorece, pues ello corresponde al Consejo Estatal Electoral. Asimismo, dice ver con respeto a sus adversarios, Fernando Toranzo Fernández (PRI), y Juan Ramiro Robledo (alianza Por el Bien de San Luis), quienes lo acusan de gastar más de lo permitido. Mi campaña es de suela, sudor y saliva, asegura.