La esposa del presidente español la hizo por primera vez de anfitriona en cinco años
Miércoles 29 de abril de 2009, p. a11
Madrid, 28 de abril. Centro de atención durante la primera visita de Estado de Nicolas Sarkozy a España, Carla Bruni consiguió hoy algo que hasta ahora nadie había logrado: sacar a Sonsoles Espinosa, la mujer de José Luis Rodríguez Zapatero, del segundo plano en el que ella quiso colocarse desde la llegada al poder del líder socialista, en 2004.
Carla Bruni, rebautizada por algún periodista español como la Josefina del siglo XXI, almorzó hoy con Espinosa en La Moncloa. Es la primera vez en un lustro que la mujer de Zapatero, de 47 años, la hizo de anfitriona con la esposa de un presidente extranjero.
Y si la prensa buscará el lunes la foto del momento en el que la princesa Letizia conoció a Bruni –Duelo de glamur
, titularon los medios–, hoy la instantánea perseguida era el encuentro de Sonsoles y Carla.
La mujer del presidente del gobierno español salió a recibir a la ex modelo a los pies de la escalinata de entrada al Palacio de la Moncloa.
Rubia de pelo corto una, castaña de melena la otra, las dos coincidieron en la elección del tipo de atuendo para la ocasión: pantalones y chaqueta corta. Los de Bruni, ceñídismos y negros –del mismo color que la parte de arriba– destacaban su figura, Espinosa –también alta, delgada y de porte elegante, pero sin el punto que distingue a una ex top model– eligió el mismo color de pantalones y una chaqueta en tono gris.
Discreción imperturbable y protagonismo frente a frente
Como consortes, Carla y Sonsoles son completamente opuestas. Mientras la primera asume el protagonismo de un espectáculo que parece dirigir Sarkozy en segundo plano, la discreción de Espinosa es imperturbable, empeñada en que la carrera política de su marido interfiera lo menos posible en su vida privada y en su propia carrera profesional.
En común tienen su amor por la música y unas cuerdas vocales dotadas, aunque Espinosa no hace pop, sino que es soprano del coro del Teatro Real.
Hace poco tiempo, la prensa británica creyó ver en la mujer de Zapatero una nueva Carla Bruni. Fue con motivo de la cumbre del G20 en Londres. Confirmada la ausencia de la primera dama francesa, los periodistas buscaron alguien que la sustituyese y creyeron encontrarla en Sonsoles.
Enseguida corrió la noticia en los tabloides británicos de que ella sí acudiría a la capital británica. Pero fuentes de La Moncloa aseguraron que nunca estuvo previsto el viaje
, por lo que la prensa de Gran Bretaña sólo pudo hablar de glamur en el caso de Michelle Obama.
Sonrientes y antes de comer juntas Sonsoles y Carla posaron hoy unos minutos para la prensa, que por primera vez en cinco años tuvo la oportunidad de captar a la mujer de Zapatero en una instantánea de este tipo.
El almuerzo se produjo mientras sus maridos se encontraban reunidos en el mismo palacio en el marco de las XXI Cumbre Hispano-Francesa. Cuando terminaron, se unieron a ellas por tomar café y pasear un poco por los jardines de La Moncloa antes de que el matrimonio Sarkozy-Bruni regrese a la capital francesa.
