Gruma, la principal empresa productora de harina de maíz en México, informó este martes que en el primer trimestre de este año logró ventas por 13 mil 76 millones de pesos, un incremento de 31 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Entre enero y marzo pasados la compañía tuvo una pérdida neta de 323 millones de pesos, que se comparan con una ganancia de 50 millones de pesos en similar periodo de 2008, provocada por un mayor costo de financiamiento e impuestos pagados.

El costo de financiar sus pasivos fue, en el primer trimestre de este año, de mil 97 millones de pesos, 67 por ciento superior al del mismo periodo de 2008, cuando ascendió a 655 millones, informó la compañía. Aseguró que el incremento fue resultado principalmente de mayores gastos por pago de intereses, como consecuencia de una mayor deuda y tasas de interés más altas.

El costo integral del financiamiento incluye pérdidas en instrumentos derivados de tipo de cambio por 774 millones de pesos. Durante el primer trimestre de 2009, Gruma realizó pagos en efectivo por pérdidas en instrumentos derivados por 85 millones de dólares, agregó.

De los ingresos por ventas, que en el primer trimestre fueron de 13 mil 76 millones de pesos, Gruma informó que 26 por ciento tuvieron su origen en el mercado nacional y 74 por ciento en el exterior. El aumento en la facturación, de 31 por ciento anual, estuvo influido no sólo por un mayor volumen de venta, sino por el efecto favorable sobre sus ingresos en pesos de las ventas en moneda extranjera, dada la devaluación de la moneda mexicana.

No más instrumentos derivados

A fines del año pasado el valor de las acciones de Gruma se vio afectado luego de que reconoció que había realizado operaciones con instrumentos derivados, los cuales en un entorno de crisis financiera le provocaban costos no previstos. Gruma aclaró entonces que el efecto de las operaciones era limitado en sus finanzas.

En un comunicado emitido ayer, reportó que el 23 de marzo dio por terminadas sus operaciones con instrumentos derivados de tipo de cambio con Deutsche Bank, JP Morgan Chase y Credit Suisse.

Con esas tres firmas financieras acordó los términos para convertir la pérdida derivada de esas operaciones, que se cerró en 668.3 millones de dólares, en un crédito a pagar en siete años y medio con una tasa de interés menor a 4 por ciento para los primeros tres años.