Poco antes de la medianoche de ayer, el gobierno capitalino dio a conocer los últimos datos sobre el saldo del brote de influenza porcina: una defunción, 41 ingresos y 17 altas, de 346 casos sospechosos.

Por la mañana, el titular del Ejecutivo local, Marcelo Ebrard, había informado que entre el lunes y la madrugada de ayer martes ocurrieron tres defunciones en la red de servicios médicos del gobierno capitalino, a causa de esa infección.

Por lo que del jueves de la semana pasada a la medianoche de ayer han fallecido 26 personas, cuyas edades van de los 25 a los 40 años, en su mayoría de las delegaciones Gustavo A. Madero, Azcapotzalco y Miguel Hidalgo, abundó el secretario de Salud local, Armando Ahued Ortega. Aunque estamos viendo casos de todo el DF, puntualizó.

Al presentar el corte hasta las primeras horas de ayer, Ahued desmenuzó que el lunes hubo 31 nuevos ingresos en hospitales locales, 14 egresos de personas que evolucionaron satisfactoriamente, tres defunciones, y hay 89 pacientes compatibles con el cuadro de influenza.

Indicó que de 12 mil 300 personas que acudieron a los centros de salud para ser valuados clínicamente, 6 mil 610 presentaron algún síntoma o signo compatible con infección de vías respiratorias, y de éstos sólo 29 fueron retenidos.

El secretario de Salud señaló que no sólo se atiende al paciente, sino que se hace un seguimiento a los familiares, porque pueden presentarse casos de contagio en el seno familiar.

Sobre el rango de edad de los fallecidos, Ahued comentó que se trata de personas de 25 a 40 años, por ello se determinó suspender también las actividades en las escuelas de nivel medio y medio superior, como la Universidad y el Politécnico, para parar el contagio.

El jefe de Gobierno detalló que el jueves hubo 127 casos, el viernes 210, el sábado 351, el domingo 326 y el lunes 320. Esto significa que entre sábado y lunes se ha estado en torno a un promedio de 320 a 350 casos al día. El gran riesgo es que se dé la tendencia como venía, que es casi duplicarse cada día, advirtió.

Ebrard precisó que esto no quiere decir que se tenga resuelto el problema ni mucho menos, sino que las medidas que están aplicando las autoridades, aunadas a la participación de la población para evitar el contagio, se empiezan a reflejar, al no incrementarse el número de casos promedio.