La señora Tania Gómez, habitante de la colonia Moderna, narró el vía crucis sufrido entre las cuatro de la tarde del sábado y las 4:30 de la madrugada de este domingo para que su hija Tania Alejandra Magaña, de 12 años de edad, fuera atendida por los servicios médicos.

Indicó que alrededor de las cuatro de la tarde del sábado la menor presentó fiebre de 37 y medio grados, dolores de cabeza, ojos y garganta, cansancio y mareo.

Conforme avanzó el día la niña empeoró, por lo que la madre habló al teléfono 01 800 123-10 10, “que vi en la tele.” Ahí le dijeron que le administrara paracetamol y que si empeoraba la llevara a una clínica.

Debido que le subió la fiebre, a las 7:30 de la noche buscó atención para su hija.

Primero fui a la clínica 10 del Seguro Social y me dijeron que no podían atenderla porque no estaba asegurada; como yo había escuchado que los centros de salud estaban llenos la llevé a dos clínicas particulares en la calle de Vértiz, pero estaban cerradas.

Se dirigió en su auto a Insurgentes y en el trayecto preguntó a policías dónde había clínicas, pero nadie me supo decir. Recordé que había visto una en la colonia Roma, por lo me dirigí allá, pero me indicaron que me fuera al hospital Durango.

En el área de urgencias de ese hospital “me pidieron un depósito de mil pesos, a las 9:30 de la noche. Luego de que la atendieron me dijeron que le tenían que hacer una biometría.

A las 12:30 horas hablé y me dijeron que la llevara. La volvieron a revisar, me informaron que parecía algo bacterial y que le tenían que tomar una radiografía del tórax; como la vieron muy mareada y que al caminar se iba de lado me dijeron que podría ser un problema neurológico, que no la podían dejar ir así, pero me pedían un depósito de 10 mil pesos.

La señora Gómez les informó que no tenía dinero, por lo que le indicaron que de inmediato debía llevarla a un hospital, y le sugirieron que podía ser el General o el Infantil.

Se dirigió al Infantil. Llegué a urgencias, les explique que me habían indicado que podía tratarse de un problema neurológico, después de que la revisaron me dijeron que no parecía nada de ese tipo; le recetaron un antibiótico y le mandaron amoxicilina.

Le indicaron que no podían recibirla porque sólo atendían a pacientes para hospitalización.

De ese hospital salió a las 4:30 de la madrugada, tras darle la medicina. Este domingo amaneció mejor.

Al consultar a una doctora le comentó que la amoxicilina podía disfrazar los síntomas, por lo que le sugirió que no le diera la siguiente dosis.

La tarde de este domingo, la señora Gómez recurrió a los medios a fin de solicitar apoyo para que la menor sea atendida.