El homicidio del militar en retiro, días después de protesta de policías en Piedras Negras
Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Michoacán, entidades en las que se reportaron los decesos
Domingo 26 de abril de 2009, p. 16
Reportes oficiales atribuyeron a la delincuencia organizada otras 20 ejecuciones ocurridas en varias entidades, entre ellas la del director de policía de Piedras Negras, Coahuila, y de dos agentes federales en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En Saltillo las autoridades coahuilenses reportaron que Arturo Navarro López, coronel de caballería retirado y que hace 18 días tomó posesión como director de la policía preventiva de Piedras Negras, fue asesinado a balazos en la madrugada en ese municipio, cuando conducía su auto rumbo a la comandancia.
El militar retirado, quien conducía un Chevrolet Meriva azul por la colonia Roma, circulaba por la calle México y al llegar al cruce con Santa Elena fue interceptado por pistoleros, quienes a bordo de dos vehículos le dispararon con rifles de alto poder.
Según la Fiscalía General del estado, Navarro López –de 62 años y originario de Nayarit– quiso empuñar su pistola y responder el ataque, pero murió al recibir varios impactos en pecho, cuello y rostro. Su cadáver quedó recostado sobre el asiento del copiloto.
El atentado tuvo lugar tres días después de que 120 policías municipales de Piedras Negras (municipio unos 420 kilómetros al norte de Saltillo) realizaron un paro de cinco horas en protesta por malos tratos
del coronel retirado.
El jueves pasado unos 80 agentes renunciaron por motivos personales
, y tras el atentado –en medio del operativo en que más de un centenar de soldados y policías federales rodearon la comandancia– permanecieron retenidos otros 40 efectivos.
La vigilancia en Piedras Negras quedó a cargo de la policía operativa del Estado, cuyo coordinador, general de división retirado Ernesto Estrada Bustamante, encabeza la investigación del asesinato en que los pistoleros dispararon más de 40 veces con rifles R-15 y AK-47 contra Navarro López.
En Chihuahua también murieron siete personas a consecuencia de impactos de arma de fuego, seis de ellas en Ciudad Juárez y otra –un ex edil– en Guazapares. Entre las víctimas hubo dos policías federales y una niña estadunidense de 11 años lesionada en previo atentado.
Vestidos de civil y tras departir en un bar del centro, los policías federales Rogelio Castillo Barriento, de 26 años, y Eugenio Cruz Martínez, de 25, fueron sorprendidos por encapuchados que llegaron en dos vehículos y les dispararon pasada la medianoche. En la escena del crimen se localizaron 23 casquillos percutidos.
El vocero de Operativo Conjunto Chihuahua, Enrique Torres, dijo que los atacantes les dispararon a quemarropa y los policías –heridos de gravedad– fallecieron momentos después en el lugar, según la agencia Notimex. Media hora después, en un puente de céntrica vialidad juarense, apareció una manta con amenazas a los elementos federales.
Otro hecho suscitado el viernes por la noche en una zona aislada del municipio michoacano de Chinicuila –a más de 300 kilómetros de Morelia– dejó un saldo de cuatro presuntos sicarios muertos que se dispararon entre sí con armas de alto poder, informaron las autoridades.
En Michoacán, en el ejido La Nopalera, municipio de Apatzingán, integrantes del Ejército desmantelaron un laboratorio de drogas sintéticas en el cual había ollas de presión industriales, 30 tambos, dos toneladas de sosa cáustica, 350 kilos de acetato de sodio y otros químicos.
La noche del jueves aparecieron en Durango restos de cuatro personas más. Estaban totalmente calcinados a 200 metros de la carretera, en el tramo Otinapa-El Soldado del municipio de la capital, y en el lugar también había fragmentos de llantas quemadas para mantener la pira. Otras cuatro personas perdieron la vida en Sinaloa y Guerrero.
Leopoldo Ramos, Rubén Villalpando, Ernesto Martínez Elorriaga, Saúl Maldonado, Javier Valdez Cárdenas y Sergio Ocampo Arista