Limitada, aún la transmisión viral en México; indica adaptación progresiva a los humanos
El organismo llama a las autoridades a ganar tiempo para poner en marcha respuestas
sanitarias
Imposible, determinar fecha de una nueva pandemia, afirma en un documento
Domingo 26 de abril de 2009, p. 2
Las pandemias de influenza han afectado a la humanidad desde el siglo XVI, y a lo largo de la historia se han registrado alrededor de tres episodios por cada centuria. El más reciente ocurrió en 1968, cuando murieron entre uno y 4 millones de personas en el planeta.
Con la finalidad de prevenir y reducir al máximo los daños a la salud que ocasionaría un nuevo fenómeno de este tipo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) diseñó un Plan Mundial de preparación contra una pandemia.
El documento describe las características de las seis fases del plan; la sexta es de pandemia. En la quinta, el nuevo virus detectado se adapta cada vez mejor a los seres humanos, pero todavía no es plenamente transmisible
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De cualquier forma, afirma el texto, las autoridades deben maximizar los esfuerzos para contener o retardar la propagación, a fin de, quizá, evitar una pandemia y ganar tiempo para poner en marcha las medidas de respuesta
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El plan, diseñado por la OMS en 2005, actualizó las acciones que se habían fijado seis años antes y redefine las fases de riesgo creciente que para la salud pública plantea la aparición de un nuevo subtipo del virus de la influenza, el cual puede representar una amenaza pandémica.
Considera la posible existencia, por un tiempo prolongado, de un virus como el subtipo H5N1, que desde 2003 persiste en poblaciones avícolas de Asia. También prevé la eventualidad de coexistencia de episodios con riesgo pandémico, con diferentes grados de amenaza en diversos países, como ocurrió en 2004 con los brotes avícolas de infección por el virus H7N3 en Canadá y el H5N1 en Asia.
De antemano, la OMS reconoce que es imposible determinar la fecha en que ocurrirá la próxima pandemia y sus repercusiones, y expresa que desde el siglo XVI se han documentado tres fenómenos de este tipo por siglo, con intervalos de 10 a 50 años.
Durante el siglo XX ocurrieron en 1918, 1957 y 1968. En la primera fecha murieron alrededor de 40 millones de personas en menos de un año; la mayoría tenía entre 20 y 45 años de edad. En las otras dos fallecieron entre uno y cuatro millones.
Las seis fases
Con base en esa experiencia, el plan mundial de la OMS prevé seis fases. La primera se ubica en un periodo interpandémico
y se caracteriza porque no existen nuevos subtipos del virus de influenza en seres humanos, aunque éste puede estar presente en los animales. Se considera que el nivel de riesgo para las personas es bajo.
En la fase dos todavía no existen nuevos subtipos del virus de la influenza en personas; sin embargo, la circulación de una cepa animal representa un riesgo considerable de enfermedad para los humanos.
Con la fase tres se inicia la alerta pandémica, en la cual se detectan uno o varios casos de infección humana con un nuevo subtipo vírico pero sin propagación de persona a persona, o como máximo raros casos de propagación por contactos cercanos.
La OMS señala que en la fase cuatro se detectan uno o varios conglomerados pequeños con transmisión limitada de persona a persona, pero la propagación es muy localizada. Significa que el virus no se adapta bien a los seres humanos.
En la fase cinco se detectan uno o varios conglomerados más grandes, pero la transmisión de persona a persona sigue siendo limitada, lo cual indica que el virus se adapta cada vez mejor a los seres humanos, pero tal vez aún no es plenamente transmisible.
En este periodo, la OMS considera que ya existe un riesgo pandémico considerable.
Finalmente en la fase seis, de periodo pandémico, afirma el documento, se da una transmisión acrecentada y continuada en la población general.