Ubica entre 830 y 985 millones de dólares los envíos anuales a la isla
Viernes 24 de abril de 2009, p. 34
La Habana, 23 de abril. A pesar del impacto de la crisis, más cubanos mandarán remesas a sus familiares en la isla desde Estados Unidos y crecerá ligeramente el monto de los envíos por la liberación de esas operaciones ordenada por el presidente Barack Obama, dijo a La Jornada un experto estadunidense.
El número de personas que envía crecerá de 50 a 60 por ciento
, al eliminarse las restricciones, mientras que el volumen promedio de los envíos, de 150 dólares cada vez, puede que aumente a 200
, el nivel de otros países del Caribe, como Haití, Jamaica, República Dominicana o Guyana, opinó Manuel Orozco especialista en remesas de Diálogo Interamericano (DI), un think tank con sede en Washington.
Orozco estimó que también crecerá la competencia en el envío formal de remesas, y consideró que el efecto de la crisis en este fenómeno será neutral
, porque el desempleo y la caída de salarios en Estados Unidos, que golpea a los remitentes, en el caso de los cubanos quedará compensado por un efecto positivo o nivelador
de la eliminación de restricciones.
Entre las fuentes internacionales que estudian las remesas, Orozco es una excepción al calcular los montos enviados a Cuba, un flujo difícil de estimar por su alto grado de informalidad. El gobierno cubano se abstiene regularmente de ofrecer datos sobre el tema.
En su más reciente estudio, La condición cubana: migración, remesas y su diáspora, que concluyó a principios de este año, Orozco calculó entre 830 y 985 millones de dólares el total de remesas anuales a Cuba.
La estimación es muy cercana a la de 983 millones de dólares, que divulgó en 2007 un reporte mundial sobre remesas, patrocinado por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola de la Organización de Naciones Unidas y que fue realizado por Orozco y el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo.
Ese rango en las remesas a Cuba es modesto, si se compara con el valor total del comercio exterior, que rebasa los 20 mil millones de dólares, pero cualquier ingreso adicional será relevante para la isla, que pasa por un periodo de aguda escasez de divisas, por el alza en importaciones como los alimentos y la caída en la cotización del níquel, su principal exportación.
En La condición…, Orozco concluyó que España se está perfilando como el segundo país de destino de los migrantes cubanos y también segunda fuente de remesas, al pasar de 12 por ciento de envíos en 2005 a 23 por ciento en 2009, mientras Estados Unidos se mantiene como principal emisor, pero con una caída de 81 a 53 por ciento en el mismo lapso.
La investigación, que le da seguimiento a una similar, de 2005, se basó en encuestas aplicadas entre diciembre y enero últimos a 300 cubanos, a partir de muestras de población representativas en Miami, Nueva York y Nueva Jersey en los barrios y comercios más frecuentados por esa comunidad. Otros 200 fueron entrevistados en seis provincias de la isla.
El estudio mostró que las restricciones aplicadas por el gobierno de George W. Bush a partir de 2004 no redujeron el envío de remesas, pero aumentaron la informalidad y limitaron el número de beneficiarios.
Bush limitó a un máximo de 300 dólares trimestrales los envíos a familiares directos, mientras que Obama eliminó el tope a los montos y las frecuencias y amplió el destino a los familiares hasta el tercer grado.
La investigación encontró que 56 por ciento de los remitentes desde Estados Unidos usa el único canal formal reconocido en ambos países, el de Western Union, mientras 43 por ciento emplea viajeros (mulas) que se dedican a prestar el servicio informalmente.