Nueva York, 23 de abril. El gobierno del presidente estadunidense Barack Obama prepara una solicitud de insolvencia para la automotriz Chrysler, que podría ser presentada ante los tribunales la semana entrante; mientras, la fabricante General Motors (GM) informó que cerrará durante dos meses 13 plantas en Canadá, Estados Unidos y México.

La versión online de The New York Times informó, citando fuentes cercanas a la operación, que la alianza entre Chrysler y el grupo italiano Fiat será completada a través del proceso de insolvencia, debido a que Obama había dado un ultimátum al fabricante de automóviles hasta fines de abril para presentar un plan de saneamiento. Para entonces se esperaba que Chrysler concretara la alianza con Fiat, ya que el gobierno consideraba que la empresa no podría sobrevivir por su cuenta.

De todas formas aún están pendientes las disputas entre los acreedores y la automotriz.

Los principales acreedores de Chrysler están preparando una contraoferta que incluye reducir la deuda de la empresa, dijeron el jueves fuentes familiarizadas con el asunto.

Por su parte, la automotriz estadunidense GM informó que cerrará 13 plantas en Canadá, Estados Unidos y México durante distintos periodos, lo cual le permitirá reducir su producción en 190 mil vehículos para ponerla en línea con la actual demanda del mercado.

Explicó que continuará el paro de producción en su planta de Silao, en Guanajuato, por siete semanas más entre mayo y julio como parte de una serie de ceses técnicos. Indicó en un comunicado que su planta en Silao, que se encuentra en un paro técnico de una semana, prolongará su inactividad de forma continua del 18 de mayo al 28 de junio, y luego una semana más a partir del 6 de julio.

El lunes pasado, el grupo de prestamistas de Chrysler había propuesto recibir 4 mil 500 millones de dólares en deuda de primer orden y una participación accionaria de 40 por ciento en la empresa, informaron fuentes cercanas a las negociaciones que solicitaron el anonimato.

Sin embargo, la propuesta fue rápidamente rechazada por el gobierno de Obama, que sugirió a principios de abril que los prestamistas sólo reciban mil millones de dólares del monto adeudado.