Activistas y abogados analizan solicitudes de Monsanto
En caso de contingencia ambiental, se cuenta con reservorio, dice
Jueves 23 de abril de 2009, p. 46
Ninguna variedad de maíz criollo corre riesgo de desaparición al inicio de las siembras experimentales del grano transgénico, expresó el titular de la secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez.
En caso de afectación o posible desaparición por una contingencia ambiental o porque los agricultores dejaran de utilizar alguna variedad de maíz, México cuenta ya con un reservorio de semillas, apuntó el funcionario.
Cárdenas Jiménez informó que durante los próximos dos años la Sagarpa presidirá la Comisión Nacional de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), por lo que tiene la responsabilidad de resguardar la riqueza vegetal genética del país, y, aseguró, cumplirá con ello.
Respecto de las solicitudes de siembras experimentales, Cárdenas Jiménez indicó que no se ha aprobado ninguna, pues están en proceso de consulta; cuando se dé por buena alguna, se dará a conocer a la opinión pública, dijo.
Hasta la fecha, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tiene registradas 13 solicitudes para siembras experimentales de maíz y sorgo.
De éstas, 12 fueron presentadas por la empresa Monsanto para la siembra experimental de maíz transgénico en Sonora y norte de Tamaulipas, y una más corresponde a Pioneer para la producción de soya en Nayarit y Jalisco.
De las solicitudes presentadas por Monsanto, tres son para iniciarse en el ciclo otoño-invierno de 2009 en el norte de Tamaulipas; el resto, de ser aprobadas, se llevarán a cabo en lo que resta de este año.
Observaciones a solicitudes
En tanto, integrantes de la campaña nacional Sin maíz no hay país, con el apoyo de abogados y científicos, iniciaron el análisis de las solicitudes, las cuales, asentaron, son muy técnicas y cada una consta de alrededor de 400 páginas.
“Contamos con 20 días hábiles para enviar las observaciones al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria y tratar de evitar el inicio de las siembras experimentales, pues liberar maíz transgénico en cualquiera de las etapas –experimental y comercial– es una barbaridad”, expresaron integrantes de la organización.
El plazo de observaciones es corto, pues la fecha final para recibirlos vence el 20 de mayo. Agregaron que podrían recurrir al artículo 34 de la ley de bioseguridad, en el cual se asienta que la solicitud se puede negar si no se cumple con lo establecido en dicha norma o en las oficiales.
Asimismo, cuando la información proporcionada por el interesado, incluidos los posibles riesgos que ocasionaran los organismos genéticamente modificados, sea falsa, esté incompleta o sea insuficiente, y cuando la secretaría correspondiente
concluya que los transgénicos pueden afectar negativamente la salud humana, la diversidad biológica o la sanidad animal, vegetal o acuícola causando daños graves o irreversibles.
Dicha ley también establece que las opiniones en torno de la liberación de los organismos genéticamente modificados pueden ser presentadas por personas o los gobiernos de las entidades en donde se pretendan llevar a cabo las siembras; las observaciones deben estar sustentadas técnica y científicamente.