La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) refrendó su pronóstico de retroceso de 2.8 por ciento para la economía mexicana este año y consideró poco probable que se dé la estimación presentada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de una baja de 3.7 puntos porcentuales, porque la volatilidad alrededor de estos pronósticos es muy grande.

En entrevista posterior a la celebración del décimo aniversario de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner Wainfeld, reiteró la estimación oficial de la SHCP, aunque dejó abierta la posibilidad de revisar el pronóstico hacia el segundo semestre del año.

No obstante la volatilidad que se mantiene, consideró que ya dejaron de registrarse las caídas tan profundas en los indicadores de crecimiento y a partir de febrero se observan datos que indican cierta estabilización. Werner participó en la celebración del décimo aniversario de la Condusef.

Interrogado sobre la opinión de la SHCP acerca del pronóstico del FMI dado a conocer ayer en el sentido de que la economía de México registrará una caída de 3.7 por ciento este año, Werner Wainfeld respondió: ya nosotros publicamos nuestras estimaciones que son cualitativamente similares a las que hemos estado viendo de analistas del sector privado. Nuestra estimación de reducción en el PIB (producto interno bruto) es ligeramente inferior a ésta (la del FMI), pero creo que es un momento tan incierto en la economía internacional y la mexicana, que la volatilidad alrededor de estos pronósticos es muy grande.

Señales de estabilidad

Lo importante, añadió, es que ya se observan algunas señales de estabilidad tanto en la economía de Estados Unidos como en la mexicana. En principio, dijo, ya no se observan las caídas tan bruscas observadas en el cuarto trimestre de 2008 y los primeros meses de 2009. Hay que analizar con mucho cuidado la información en los próximos meses, para revisar (nuestras) estimaciones de lo que ocurrirá en la economía durante el segundo semestre, que todavía son muy inciertas. Todavía no sabemos el impacto del estímulo fiscal en Estados Unidos, qué efecto tendrá sobre la economía de ese país, la estabilidad de los mercados financieros que hemos visto en las últimas semanas, qué impacto tendrá también sobre el desarrollo de la economía de Estados Unidos, comentó.

Por lo pronto, dijo, los reportes preliminares sobre actividad industrial en México a partir de febrero, aunque no se puedan hacer pronósticos a futuro a partir de un sólo dato, sí indica que la economía mexicana comienza a estabilizarse.

No obstante esas señales, Werner insistió en el alto grado de incertidumbre que aún prevalece sobre la evolución de la economía mundial y en particular de la mexicana. Se debe reconocer, apuntó, que va a ser un año muy difícil, con una caída en el PIB, que nosotros ya hemos determinado en los documentos enviados al Congreso.