A México sólo le hacen faltan los números, la masividad que tienen los chinos en clavados para alcanzar el éxito en los planos mundiales, estimó el entrenador mexicano Salvador Sobrino, quien desde hace 12 años trabaja en Australia, donde ha formado una camada de destacados ejecutantes, como el ahora campeón olímpico de Pekín 2008, Matthew Mitcham.

Tras la presentación de la delegación de ese país que participará este viernes y sábado en la cuarta y última etapa de la Serie Mundial de Clavados FINA-2009, en la alberca olímpica Francisco Márquez, el preparador comentó: No tienes idea de la cantidad de gente que preparan los chinos, no sólo en clavados, sino en casi todos los deportes, que es lo que nos hace falta a otras naciones para renovar los cuadros de competidores.

Comentó que los deportistas nacionales han alcanzado un gran respeto en el mundo por la gran calidad mostrada, pero consideró que con las instalaciones que se tienen aquí y el apoyo adecuado México podría convertirse en una potencia mundial en la disciplina.

El equipo australiano, que no prometió la obtención de preseas pero sí dar su máximo en la fosa, estará representado además por la subcampeona en sincronizados, Brione Cole, además de Alexandra Croak y Melissa Wu, medallista olímpica de apenas 16 años.

Igualmente mostraron sus mejores deseos de hacer una inolvidable presentación en México, país que les gusta mucho visitar, las medallistas olímpicas rusas Julia Pakhalina y Anastasia Pozdnyakova, así como los cubanos José Guerra y Jeinckler Aguirre.

Más tarde, los representantes estadunidenses, encabezados por Troy Dumais, sexto en la justa olímpica china y plata en Sheffield, refirieron que el certamen debe convertirse en un buen augurio para seguir su preparación rumbo a Londres 2012.

Ayer, los representantes nacionales trabajaron en la fosa de clavados de la Alberca Olímpica, lugar que a Yahel Castillo le trae agradables recuerdos de cuando a los ocho años empecé a prepararme aquí, y nunca imaginé regresar en estas condiciones para competir contra los mejores del orbe.