La Realidad, Chis., 21 de abril. La junta de buen gobierno (JBG) de La Realidad anunció que en fechas próximas reinstalará el servicio de agua a las bases zapatistas de Espíritu Santo, en las afueras de Las Margaritas, que han sido despojadas del mismo desde hace meses por ejidatarios del PRD y la CIOAC.

Entrevistados en el caracol zapatista Madre de los caracoles del mar de nuestros sueños, miembros de la JBG aseveraron: Es nuestra decisión, vamos a reinstalar el agua al compañero José Domingo López López y otras cinco familias zapatistas en ese lugar, porque vemos que es una necesidad básica, y los compañeros tienen el derecho.

Señalan que la agresión contra los zapatistas fue promovida por el señor Juan García, que encabeza las provocaciones. Por lo demás, éste se dedica a la compra y venta de terrenos y quiere despojar a nuestros compañeros. Es priísta pero convenció a los vecinos, que son perredistas, de derribar el cerco de Domingo, quitarle el agua y quererle arrebatar el terreno, aprovechando una ausencia suya y abusando de su papá enfermo.

La JBG asegura: No vamos a permitir que los compañeros estén sufriendo. Ellos cumplen con las cooperaciones y trabajos de la comunidad, pero el señor García volteó a los demás contra ellos.

Pasada la Cuaresma, las quemas de milpa y acahual para la siembra vuelven gris y duro el aire. No llueve. Los arroyos y estanques están secos. Los ríos, adelgazados y transparentes, se reducen a la mínima expresión. Sequía en la montaña, la selva y los valles, en colonias como Espíritu Santo, donde además hay una sequía inducida; similar a la que desde 2002 padecen los zapatistas de Sok’on, Zinacantán, donde los perredistas de por allá los han despojado del servicio y de su manantial.

La JBG fue al lugar, en Espíritu Santo, buscando alternativas al problema, buscando resolver, no agravar. Pero se ve la estrategia de las autoridades y de ese propietario Juan García, relatan a dúo los voceros de la junta, un hombre y una mujer (una tercera, muy joven y en la indumentaria tradicional de los tojolabales, toma nota en una computadora). Lo que quieren es quitarles sin razón sus tierras y el agua a nuestros compañeros.

El gobierno municipal perredista de Las Margaritas no ha hecho nada. Como los agresores son gente del presidente Rafael Guillén Domínguez, de la CIOAC y el PRD, ése prefiere no intervenir ni cuidar la justicia. Y más cómplice aún el gobierno del estado, que es de ese mismo partido.

Interrogados al respecto, los voceros de la JBG confirman las versiones de que en la comunidad priísta de San Quintín ha crecido el descontento de la población tzeltal por la presencia de la tropa. El Ejército tiene una base de grandes proporciones, y una considerable cantidad destacada de efectivos. Desde 1995, la convivencia, aceptada o impuesta, ha formado parte de la cotidianidad allí.

San Quintín, que no queda lejos de La Realidad, al otro lado del río Jataté, ha decidido vedar para los soldados el paso a su poblado. Según hemos sabido, no se les permite ir a las cantinas, y si necesitan compras, los soldados tienen que ingresar en comisión.

Semanas atrás, un grupo de militares en estado de ebriedad escandalizaron y dispararon en San Quintín. Para los indígenas fue la gota que derramó el vaso. Las historias de hostigamiento sexual y prostitución se volvieron habituales en esa comunidad, bien dotada por el gobierno desde antes del levantamiento zapatista, y virtualmente ocupada por efectivos de las fuerzas armadas hace más de 14 años.