El mal paso de Cruz Azul en el torneo mexicano ya no se borra con nada, señaló el vicepresidente deportivo del club, Eduardo de la Torre; ni siquiera con el título de la Liga de Campeones Concacaf.

Este era otro objetivo y vamos a buscarlo con todo, aceptó ayer el dirigente, pero aclaró que la llamada Concachampions no tiene nada que ver con el torneo nacional.

Puntualizó que la pésima temporada ahí está y a lo único que aspiran ahora es a mejorar nuestra posición, sacar puntos, porque también eso cuenta.

Los Cementeros, por lo pronto, recibirán esta noche al Atlante en el estadio Azul, en el juego de ida de la final de la Liga de Campeones.

Entrevistado afuera de las instalaciones de La Noria –tras concluir el entrenamiento a puerta cerrada del equipo–, De la Torre consideró fundamental salir de su cancha con ventaja.

No tenemos por qué volver a repetir la historia de las dos anteriores finales aquí en casa, dijo, en alusión a que Santos y Toluca llegaron con ventaja al duelo definitivo por el título del balompié nacional, 2-1 y 2-0, respectivamente.

Como los seguidores de La Máquina están tristes y desilusionados por nuestra actuación en el torneo local, ignora cómo será su respuesta hoy, pero insistió: esta es otra cosa, es una final, otro torneo y se juega de manera diferente.

–¿El ánimo es el idóneo para enfrentar una final?

–No lo sé. Cada quien lo puede percibir de manera diferente. Yo estoy entusiasmado, el equipo también, pero es algo personal. Esto es aparte, la liga es otra cosa.

Todas las críticas las aceptamos al ciento por ciento, pero esta es una final, un objetivo diferente, que le hemos dado la seriedad desde el primer partido.

Sin embargo, el título de la Concacaf no garantizaría la permanencia del técnico Benjamín Galindo ni de los jugadores, puntualizó De la Torre, quien dijo que el torneo local tendrá el grueso de análisis al final, a la hora de hacer el recuento.

Por último, se le preguntó qué tan apenados se sentían, y respondió: Quien no cumple, jugadores, técnicos o yo como directivo, de nada sirve estar apenado; mejor hay que rendir en la cancha.