La Habana, 19 de abril. Científicos de España y Venezuela se unieron a expertos que buscan precisar en Cuba las propiedades del veneno de un alacrán, conocido aquí por sus funciones analgésicas y antinflamatorias en aplicaciones diluidas a enfermos de cáncer, las cuales resultan inocuas, informó un responsable de la investigación local.

Otros especialistas de Francia e Italia se sumarán también a la pesquisa, manifestó José Antonio Fraga Castro, director de los Laboratorios Biológicos Farmacéuticos (Labiofam) de Cuba, institución que encabeza el proyecto sobre el uso anticancerígeno del Rhopalorus junceus o alacrán colorado, endémico de la isla.

Desde hace dos décadas se conoce aquí la relación entre la toxina y una mejoría en la calidad de vida de los enfermos de cáncer, primero de manera empírica y ahora en la investigación nacional que dirige Labiofam.

El veneno del Rhopalorus tiene proteínas de bajo peso molecular que tienen acción antitumoral; los estudios lo han demostrado, expresó Fraga al diario Juventud Rebelde. “Teniendo en cuenta que el veneno es un pool proteico, es necesario llegar hasta el aislamiento de la proteína que tiene esa acción sobre el ADN de las células malignas”, y en esa tarea es donde participan laboratorios españoles y venezolanos, añadió.

Fraga precisó que en el protocolo de investigación de Labiofam se han incluido pacientes cubanos y extranjeros en fase terminal, que aceptan expresamente someterse al tratamiento. Ya concluyó la fase de ensayo preclínico (laboratorio) y se prepara el ensayo clínico (en personas), precisó el especialista.

En febrero último el investigador Fabio Linares, de la sucursal de Labiofam en la provincia surcentral de Cienfuegos, informó a La Jornada que la entidad había desarrollado un medicamento homeopático a base de la toxina y que, igual que el veneno diluido en agua, tenía el efecto analgésico y antinflamatorio, con mejoría en la calidad de vida y, en algunos casos, aumento de la sobrevivencia.

Menos en la capital, Labiofam tiene criaderos del alacrán colorado en todo el país. Una de las investigadoras del proyecto, la bióloga Josefina Cao, dijo que aún persiste el peligro de depredación de la especie, por su captura indiscriminada, que ya ha provocado su disminución en algunas zonas como Guantánamo (oriente) y Jagüey Grande y Ciénaga de Zapata, Matanzas (occidente).