Si un juez ordena el retiro, como primer paso intentaríamos dialogar con los mineros, dicen
Lunes 20 de abril de 2009, p. 14
Cananea, Sonora., 19 de abril. El comandante de las fuerzas federales presentes en Cananea, quien habló con los medios de comunicación bajo la condición de no dar su nombre y no ser fotografiado, aseguró que no es inminente el desalojo de los huelguistas de la mina de Grupo México.
En entrevista concedida en un hotel de la ciudad señaló que sólo en caso de que un juez ordenara el desalojo y se turne la orden a la Policía Federal Preventiva (PFP), entonces se procedería primero a un intento de diálogo con los huelguistas que permanecen en los accesos del socavón desde el 30 de julio de 2007.
Manifestó que si los intentos de diálogo no dieran resultado, sólo entonces se procedería a un desalojo con la presencia de visitantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, agentes del Ministerio Público Federal, así como ambulancias de cuerpos de socorro que acompañarían a los granaderos.
No queremos un enfrentamiento, pero si recibimos la orden estaremos preparados para subir y tomar los accesos de la mina sin la intención de lastimar a nadie, sólo si nos atacan vamos a responder
, expuso.
Señaló además que el helicóptero Bell 212 de la Policía Federal que sobrevuela en los alrededores de Cananea desde hace 2 días no forma parte del contingente destacado para una posible recuperación del socavón de Grupo México.
Aunque los mineros de Cananea están de buen ánimo tras conseguir un amparo para su dirigente el pasado jueves –mismo que se confirmó el viernes con la llegada de una copia del documento a Cananea–, este domingo mantenían la vigilancia en los principales accesos a la mina y señalaron que no bajarán la guardia aunque consideran que la ley los respalda, ya que su movimiento ha sido declarado legal por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, misma que después aprobó la liquidación de los trabajadores.
Saúl García, uno de los mineros que hacen guardia en la puerta tres del socavón, dijo además que consideran que el amparo que recibió Sergio Tolano Lizárraga, su líder, también los proteja a ellos, ya que le fue dado en virtud de su puesto sindical que lo transforma en el representante de los intereses de los trabajadores.
Añadió que los mil 200 mineros ya firmaron los documentos para que en las próximas horas se presente en la ciudad de México un amparo individual para cada uno de ellos, mismo que se tramitará ante el juzgado segundo del trabajo, el mismo que dio la suspensión temporal de la rescisión del contrato a Tolano Lizárraga el pasado jueves 16.
Por otra parte, representantes de Grupo México señalaron que junto con el presunto robo de cables y los daños a la maquinaria, el problema principal para operar la mina es la falta de agua en diversas áreas.
Aarón López Arzola, director de operaciones de la empresa Mexicana de Cananea, expuso que sería imposible producir grandes cantidades de cobre aunque empresa y mineros lo quisieran hacer actualmente, ya que, aseguró, hay una total inoperatividad de los pozos de extracción del líquido y las tuberías para su transporte.
Aunque reconoció que en la mina opera una empresa de seguridad contratada por la propia minera, con el permiso de los trabajadores en huelga, dijo que ésta no empezó a hacerse cargo del socavón hasta marzo de 2008, pero antes de eso se presentaron la mayoría de los robos.
Sin embargo, no culpó a los mineros de los hurtos de equipo y cableado, sino que reconoció que en ocasiones hombres fuertemente armados han entrado al socavón sin que la empresa de seguridad Multiservicios del Noroeste haya podido detenerlos. Justificó que la mina es demasiado grande para ser bien protegida por la compañía.