Lunes 20 de abril de 2009, p. 39
A fin de evitar el desperdicio de agua y promover su uso racional, el diputado local del PRD Tomás Pliego planteó prohibir la instalación de albercas privadas en la ciudad de México y cobrar un impuesto a quienes ya las tienen.
No es posible que se permita uno de los ejemplos extremos de la desigualdad: agua para entretenimiento mientras millones carecen para beber
, argumentó, al señalar que este planteamiento causará polémica, pues impactará a las clases pudientes.
Aclaró que la medida no es contra el ejercicio o la natación, que se podrá subsanar en espacios deportivos públicos y privados, sino contra un criterio cultural que ha hecho costumbre la desigualdad del exceso para pocos y la precariedad para muchos.