Cuando todavía eran estudiantes de la carrera de teatro, un grupo de jóvenes fue a ver el espectáculo Mayúmana (el Stomp israelí) y desde entonces su vida no fue la misma.

Comenzaron una búsqueda intensa “para crear un espectáculo de body percussion o percusión corporal, en el que se empataran sonidos e imágenes fuera de serie, creadas con nuestros propios cuerpos y algunos objetos como botes de basura y tubos de PVC”.

En su segunda visita a México (estuvieron en noviembre pasado para participar en el Festival de Puebla), la compañía chilena Teatro Phi en entrevista con La Jornada habla con motivo de su presentación en San Luis Potosí (23 de abril) y en el Teatro de la Ciudad (26 de abril) en el Distrito Federal.

“La esencia de Teatro Phi –asegura Josep Ramió, miembro del grupo– está en nuestra concepción escénica; nos interesa hacer un concierto de una hora y diez minutos de duración, pero también en cómo se ve, en las imágenes que proyectamos al público. Queremos lograr una buena comunicación con él, por eso en los ensayos trabajamos mucho con los objetos.

En nuestro taller (un galpón rentado por la compañía en Santiago de Chile) hacemos muchos experimentos con los objetos. El 50 por ciento de la prueba es si se oyen bien; el otro 50 es cómo se ven, si suenan bien; si no se ven bien, los sacamos y buscamos otros, agrega Josefina Yáñez.

–Va a sonar a lugar común, ¿pero qué relación tienen con Stomp?

–Casi ninguna, pues ellos son más bailarines y músicos. Nosotros somos un grupo de actores, así que no hicimos una audición para formar nuestro grupo; somos gente normal que busca que el público se divierta y pase un buen rato. Definiría nuestro trabajo como una explosión de energía que nos invita a ser niños por una hora –asegura Josep.

Después de haber trabajado las 24 horas del día, los miembros de Teatro Phi “comenzamos con un espectáculo de seis minutos, después fuimos a una muestra de grupos de teatro y lo hicimos de 15; luego, para un festival, necesitábamos 30 minutos, y así se fue conformando Auch!”, con el que han dado 180 funciones y tiene más de cuatro años presentándose en Chile, Perú y otros países, como República Dominicana y México.

–En grupos como el suyo es importante la creatividad, pero también la técnica, ¿han tomado clases de clown, de música?

–Comos actores y no músicos, cada uno de los ocho integrantes (seis en escena y dos en los controles de sonido y luces) tenemos que aprendernos de memoria el concierto; cada uno se sabe su Auch! y confía en que el resto se sabe su parte. Luego juntamos todas las piezas y surge la magia, la alegría y las risas –comenta Ramió.

Necesidad de frescura

Tenemos que trabajar tanto tiempo en un espectáculo porque se va construyendo poco a poco, añade Alejandra Castro, y agrega: “Últimamente, hemos tomado cursos de clown y también con una amiga bailarina de danza contemporánea, porque necesitamos una mirada fresca, desde afuera, que nos corrija y nos aporte”.

–¿Cómo logran mantener el interés del público durante más de una hora?

–En Teatro Phi tenemos el dicho de hacer lo sencillo de la manera más compleja. Usamos tubos de PVC, basureros, sartenes, tarros, mesas, vasos, linternas, encendedores Zippo y palos de escoba para hacer música en vivo. Al final del espectáculo, mucha gente nos pregunta si tenemos pistas pregrabadas y les decimos que no; aunque parezca increíble, todo se hace en escena.

En siete años de trabajo la compañía ha generado un lenguaje propio que es una muestra de precisión escénica, el cual se ha concretado en tres montajes diferentes: Phi 1,618; Phiesta Urbana y Auch!

En este último, la compañía hace gala de coordinación y sentido del humor. La escenografía, compuesta de andamios e instrumentos exóticos, indaga en el concepto urbano haciendo referencia a la construcción y al crecimiento de las grandes ciudades. Los seis actores interpretan personalidades diferentes; algunos explotan su parte cómica, mientras otros son parcos y tratan de ser virtuosos a toda costa.

Cuidamos mucho nuestra gesticulación, porque no queremos parecer robots. Y de los errores sacamos algo chusco u otra línea de trabajo, concluye Ángel Cristi, miembro de Phi.

Los integrantes de Teatro Phi son los actores: Josep Ramió, Josefina Yáñez, David Olivares, Leyla Saleh, Ángel Cristi y Alejandra Castro. En los controles: Ariel Valenzuela (iluminación) y Diego Sepúlveda (sonido).

En el DF, Auch! se presentará en el Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro Histórico) el domingo 26 de abril, a las 18 horas.