Puerto España, 17 de abril. Para enfrentar la complicada crisis internacional, el presidente Felipe Calderón acordó con su homólogo canadiense, Stephen Harper, explorar nuevas áreas de colaboración que ayuden a mejorar la regulación financiera, coordinar medidas contracíclicas y fortalecer los organismos internacionales.

El encuentro ocurrió en el contexto de la quinta Cumbre de las Américas, donde el michoacano propondrá que la migración se asuma como responsabilidad compartida entre los países de origen, tránsito y destino con una política de defensa de los derechos humanos de los migrantes.

El mandatario mexicano se sumó hoy al grupo de 33 jefes de Estado y de gobierno que iniciaron su participación en esta cumbre, la cual marca el primer encuentro de este bloque regional con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que los reflectores estarán enfocados en dos temas: Cuba y la demanda del levantamiento del bloqueo económico aplicado a la isla, y el impacto de la crisis económica en el continente.

Procedente del aeropuerto de la ciudad de Toluca, Calderón viajó a la capital de Trinidad y Tobago, donde arribó alrededor de las 16:00 horas (tiempo local) para asistir a la inauguración de los trabajos.

Por la noche, conversó en privado con Harper; coincidieron en manifestarse contra el proteccionismo económico y acordaron estrategias para combatirlo.

En un comunicado, la Presidencia de la República indicó que ambos defendieron el libre comercio y la apertura responsable de mercados como las mejores medidas para reactivar la economía mundial, especialmente en América del Norte.

De acuerdo con Los Pinos, en las sesiones que se celebrarán este sábado, Calderón presentará como alternativas para los problemas de la región sus estrategias de desarrollo social Vivir mejor y de combate contra el crimen organizado.

La comitiva presidencial está integrada por los secretarios de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, y de Desarrollo Social, Ernesto Cordero.

Por otra parte, esta cumbre representó un desafío logístico para Trinidad y Tobago. Los mandatarios se reúnen en el hotel Hyatt Regency, una inmensa torre a orillas del mar, mientras la prensa y los participantes de los tres foros paralelos lo hacen a bordo de dos hoteles flotantes: los gigantescos cruceros Caribbean Princess y Carnaval Victory.

Además, el país acoge soldados y agentes policiacos de otras naciones del Caribe, como Jamaica, Belice, Barbados o Surinam, a los que se suman fuerzas de seguridad de países participantes, como Estados Unidos o Brasil, que ayudan en la protección de los espacios marítimo y aéreo.