El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes un crédito contingente para el gobierno mexicano por 47 mil millones de dólares, el mayor desembolso que ese organismo ha puesto a disposición del país en sus 65 años de historia, a cambio del compromiso de las autoridades nacionales de mantener políticas económicas muy sólidas.

La economía mexicana, que según estimó ayer el FMI resentirá en 2009 un decrecimiento de 3.7 por ciento –casi el doble de la caída de 2 por ciento prevista por la Secretaría de Hacienda para el mismo periodo– podría estar expuesta a más riesgos por sus estrechos vínculos financieros mundiales y los estrechos lazos comerciales con Estados Unidos, el epicentro de la actual crisis financiera internacional, de acuerdo con el organismo.

El FMI aseguró que México ha logrado resultados macroeconómicos muy notables a lo largo de más de una década. Pero, añadió, el actual entorno económico y financiero mundial plantea desafíos incluso para los países que tienen fundamentos económicos muy sólidos.

Al deteriorarse la situación mundial, los precios de los activos financieros de México han caído significativamente, coincidiendo con la venta masiva en los mercados mundiales, y el crecimiento del PIB se ha desacelerado fuertemente. Si bien los fundamentos económicos de México se mantienen muy sólidos, y la situación de la balanza de pagos es manejable, la existencia de una cuenta de capital abierta y estrechos vínculos financieros mundiales, además de los estrechos lazos comerciales con Estados Unidos, podrían exponer al país a diversos riesgo, mencionó.

El 31 de marzo pasado, en el marco de una gira por Londres, Inglaterra, el presidente Felipe Calderón anunció que su gobierno había decidido solicitar una línea de crédito contingente por 40 mil millones de dólares al FMI. Un día después, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz; y el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, en conferencias de prensa por separado, precisaron que el monto del préstamo solicitado sería en realidad de 47 mil millones de dólares, requeridos al amparo de un mecanismo aprobado por el organismo el 24 de marzo previo, llamado Línea de crédito flexible (FCL, por sus siglas en inglés).

La FCL es especialmente útil para la prevención de crisis, ya que brinda flexibilidad para utilizar la línea de crédito en cualquier momento. Los desembolsos no son escalonados ni están condicionados al cumplimiento de metas de política económica, como sucede en el caso de los programas tradicionales respaldados por el FMI, precisó ayer el organismo financiero.

No se gastarán esos recursos

El gobierno mexicano aseguró el 1 de abril que no piensa utilizar los recursos puestos a su disposición por el FMI, un supuesto que ayer ratificó el organismo, al señalar que las autoridades de México han manifestado su intención de que este acuerdo sea de carácter precautorio y no prevén utilizar los fondos.

La última vez que un gobierno mexicano solicitó dinero a este organismo fue durante la crisis de 1995, la mayor que había experimentado el país en 60 años, cuando obtuvo un empréstito por 20 mil millones de dólares. Esa deuda fue pagada en 2000, con cinco años de anticipación.

Aunque la FCL no tiene una condicionalidad explícita, en el sentido de que no es liberada a cambio de acciones específicas por parte de las autoridades del país que la reciben (México es el primero en obtenerla), las autoridades mexicanas se comprometieron ante el organismo a mantener políticas económicas sólidas y la disciplina fiscal.

El gobernador del banco central y el titular de Hacienda, en una carta dirigida a Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, en la que solicitan el préstamo contingente, afirman:

“Reiteramos nuestro compromiso de mantener la disciplina fiscal en el mediano plazo, a la vez que –basándonos en la reforma fiscal integral aprobada por el Congreso de la Unión en 2007-08–, se garantizan suficientes recursos para financiar el incremento necesario en la inversión pública para apoyar el crecimiento económico de largo plazo”.