Cierran espacio aéreo donde se concentran actividades de Obama
Dentro y fuera del aeropuerto la gente buscaba observar el Air Force One
Viernes 17 de abril de 2009, p. 6
A su llegada a suelo mexicano, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue recibido por la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa; el representante en Washington, Arturo Sarukhán; la encargada de negocios de la embajada estadunidense, Leslie Basset, y el director de protocolo de la cancillería, Francisco del Río.
Luego de la bienvenida, el mandatario estadunidense se dirigió al helicóptero que lo llevaría al Campo Marte. Ese recorrido lo hizo acompañado por la canciller Espinosa, a quien por momentos, en medio de una breve conversación, le echó el brazo derecho al hombro, mientras que ella, un tanto tímida, respondió poniéndole por un instante el brazo izquierdo en la cintura.
A las 13:43, con la mano derecha en alto y una marcada sonrisa, Obama apareció en la puerta del Air Force One. Saludó a lo lejos a los funcionarios mexicanos y de la embajada estadunidense y bajó ágilmente las escalerillas. Tras los saludos y las presentaciones protocolarias, fueron 58 los pasos que dio de una aeronave a otra. Enseguida abordó uno de los cinco helicópteros que esperaban para llevarlo, junto con su comitiva, al Campo Marte.
La presencia de Obama y del Air Force One provocó la curiosidad de decenas de personas ubicadas en restaurantes y salas de última espera de la Terminal 2, desde donde se puede observar a lo lejos el Hangar Presidencial.
El hecho se repitió en las inmediaciones de la terminal aérea, donde a pesar de las medidas de seguridad muchas personas se apostaron en los pasos peatonales ubicados en avenida Hangares y bulevar Puerto Aéreo, provistos de cámaras fotográficas de todo tipo.
Por otra parte, el espacio aéreo donde se concentran las actividades de Obama quedó totalmente restringido a todo tipo de naves, como una más de las medidas de seguridad solicitadas por el gobierno estadunidense para la visita del mandatario a tierras mexicanas, informaron controladores aéreos, quienes debieron diseñar rutas alternas para los vuelos que tienen como destino la ciudad de México.
Además, la terminal aérea suspendió durante 57 minutos –de las 13:01 a las 13:58– sus operaciones de aterrizaje y despegue para recibir al avión presidencial de Estados Unidos, con lo que se afectó de manera directa a 40 vuelos tanto domésticos como internacionales, según cifras del aeropuerto. Sin embargo, se registró una saturación de las salas de última espera, aun después de su reapertura.
Las medidas de seguridad en los edificios, estacionamientos y alrededores del conjunto aeroportuario se intensificaron, incluso con francotiradores de las fuerzas especiales del Ejército, quienes se apostaron en la azotea del Hangar Presidencial durante la llegada del mandatario estadunidense.
El operativo en la terminal aérea permanecerá hasta la mañana de hoy, cuando Obama viaje a Puerto España para acudir a la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago.
Fuentes de control aéreo señalaron que durante la estancia del presidente de Estados Unidos, el espacio aéreo de la zonas de Polanco y Chapultepec, donde se concentra el desarrollo de las actividades de su visita oficial –y donde pernoctó–, quedaron desde ayer totalmente restringidas a la navegación aérea.
La restricción es inédita, pues en ninguna otra visita de algún jefe de Estado o huésped distinguido se había presentado dicha situación, según comentaron los controladores de vuelos. Precisaron que por disposiciones de las autoridades mexicanas, el espacio aéreo del Zócalo y de la residencia oficial de Los Pinos están permanentemente restringidas para sobrevolar.