La Cámara de Diputados aprobó ayer la Ley General de Turismo, que faculta a la Secretaría de Turismo y al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para ampliar la comercialización de terrenos que por sus características naturales y culturales presenten un potencial de explotación.

En este sentido, la legislación otorga al Fonatur la potestad de adquirir, fraccionar, vender, arrendar, administrar y, en general, realizar cualquier tipo de enajenación de bienes muebles e inmuebles, así como prestar y contratar servicios que contribuyan al fomento sustentable de la actividad turística.

Asimismo, incluye al Banco de México como miembro del órgano de gobierno del Fonatur, con el argumento de que como fideicomiso de fomento económico realiza actividades que requieren el conocimiento y experiencia del banco central. Ello, señala el artículo 44 de la ley, para el cumplimiento de planes y programas sexenales, implicando el ejercicio de operaciones de carácter financiero en sectores involucrados en el desarrollo de inversiones turísticas.

En la sesión de ayer, el pleno aprobó el dictamen sobre la nueva ley, de la Comisión de Turismo, con 339 votos en favor, dos en contra y ocho abstenciones, así como una reforma a la fracción séptima del artículo 42 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

El diputado priísta Eduardo Espinosa expuso que el sector turístico se ha posicionado como la tercera fuente generadora de divisas; crea más de 2 millones 233 mil empleos y sus ingresos equivalen a la aportación de 8 por ciento del producto interno bruto.

Como parte de las consideraciones se establece que la aprobación de la ley era urgente ante la necesidad de establecer las facultades y obligaciones de cada orden de gobierno.

Hasta ahora, señala, gran parte de las decisiones de la actividad turística se concentraban en el gobierno federal, sin la participación de los estados y los municipios.