Roma, 15 de abril. Roberto Saviano, el autor del éxito editorial Gomorra, asegura que los fondos para ayudar a la región de Abruzzo, recientemente afectada por un terremoto, corren peligro de volverse el blanco del crimen organizado.

Saviano, cuyo libro ha vendido un millón 800 mil ejemplares y ha sido traducido a 43 idiomas lanzó una advertencia en el periódico La Reppublica después de visitar la zona devastada. Ha vivido oculto bajo protección policial desde que los capos de La Camorra, la mafia napolitana, amenazaron con asesinarlo por haberlos insultado y revelado secretos de sus operaciones en un reportaje, que también ha sido adaptado como una bien lograda película.

Saviano recordó cómo el desastroso terremoto en Irpinia, cerca de Nápoles, en 1980, que mató a 2 mil 735 personas y dejó a 230 mil sin hogar, se convirtió en una enorme oportunidad de negocios para el crimen organizado. Lo que para la población fue una tragedia, para otros se puede convertir en una oportunidad, una mina sin fondo, un paraíso de ganancias.

A pesar de que la localidad está cerca de las partes del sur de Italia donde la mafia es más poderosa, Saviano dice que Abruzzo ha sido relativamente ignorada, hasta la fecha, por las mafias de Campania y Calabria porque carecía de posibilidades para hacer negocio en grande, pero de cualquier forma los gángsters no están lejos de ahí.

Tan sólo 80 capos de la mafia estaban presos en la cárcel de L’Aquila, hasta que el Ministerio del Interior ordenó que se les transfiriera urgentemente debido al riesgo de que el penal se derrumbara durante una de las fuertes réplicas del sismo.

Los senior mafiosi que aún están libres se han reunido en años recientes en Abruzzo para hacer sus planes. Un importante contrabandista de narcóticos llamado Diego León Montoya Sánchez, quien figura en la lista de los 10 personajes más buscados por la FBI, tiene una base en Abruzzo, mientras que otros criminales coinciden en que el paisaje montañoso, agreste y poco poblado de la zona es ideal para evadir los arrestos. El parque nacional de Abruzzo es, por otra parte, un tiradero ideal para los residuos peligrosos de los traficantes, quienes juegan un papel clave en el mundo de La Camorra en Nápoles.

Saviano advirtió que todo esto sería nada más que un aperitivo comparado con el festín de corrupción e infiltración que podría suscitarse ante las cantidades de dinero que van a destinarse a la reconstrucción. Lo que pasó tras el temblor en Irpinia es una horrible muestra. Cerca de 55 mil millones de liras llegaron a la región, pero 10 años después del sismo, uno de cada tres damnificados todavía vivía bajo un techo provisional. Solamente una fracción del dinero llegó a las víctimas, al tiempo que prosperaron los contratistas para la construcción, los políticos locales y La Camorra.

Realidad diferente

Los esfuerzos de rescate en Abruzzo fueron infinitamente más rápidos y eficaces que los de Irpinia, donde los primeros equipos militares llegaron, mal equipados, casi 24 horas después del sismo.

Encabezados por la Fuerza de Protección Civil, creada tras el fracaso en Irpinia, los equipos de ayuda en Abruzzo acomodaron a decenas de miles de damnificados en carpas, los alimentaron y cuidaron a la velocidad del rayo. Pero Saviano advierte que, igual que en Irpinia, hay un ejército de profesionales de la construcción esperando la oportunidad de arrojarse sobre el tesoro gubernamental.

Diseñadores, levantadores de censo, ingenieros y arquitectos están a punto de invadir Abruzzo gracias a un instrumento aparentemente inocuo, pero que es el disparo inicial de la carrera hacia la invasión de cemento: la manera de declarar los daños ocurridos en los edificios, afirmó.

En los próximos días se distribuirán formularios a las oficinas municipales de todos los distritos de Abruzzo. Cientos de formas para miles de inspecciones. Quien quiera que tenga uno de esos documentos en la mano tendrá la certeza de que recibirá una excelente remuneración, alimentada por un increíble sistema”.

En Irpinia, la corrupción se suscitó porque con frecuencia el mismo funcionario que aprobaba el pago para la reconstrucción estaba directamente involucrado con la reconstrucción misma.

Las enormes sumas que se volcaban sobre esa región ocasionó que cada vez más poblados aseguraran que habían sido dañados por el sismo, de manera que el número de construcciones dañadas se incrementó de 143 a 690. El resultado fue que muchos de los que en realidad necesitaban ese apoyo quedaron sin compensación, los insistentes sin escrúpulos engordaron y La Camorra se benefició.

¿Cómo impedir esos mismos errores en Abruzzo? Lo único que se puede hacer es crear una comisión con facultades suficientes para monitorear la reconstrucción, señaló Saviano, y agregó: Debido a que el riesgo de infiltración criminal es enorme, el único homenaje que podemos hacerle a los que murieron en el terremoto es no permitir que vuelva a ganar la especulación, como ya ocurrió en el pasado.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca