Cultura
Ver día anteriorJueves 16 de abril de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El documento está en la fase final, dice Alejandro Sarabia, director de la zona arqueológica

Elaboran a marchas forzadas el plan de manejo de Teotihuacán

Durante 10 años se ha incumplido con esa exigencia de la UNESCO y en los sitios prehispánicos se ha trabajado a la deriva

Realiza el INAH programa masivo para sustentar proyectos turísticos

 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de abril de 2009, p. 3

El interés de dotar a las zonas arqueológicas con planes de manejo comenzó hace al menos una década, luego de convertirse en una exigencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con el objetivo de mejor resguardo de los sitios inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Durante 10 años, ese propósito ha sido relegado en México, por lo que en los sitios prehispánicos se trabaja a la deriva, sin un documento que guíe las actividades en el entorno (arqueológicas, de investigación, divulgación, sociales, económicas, turísticas y de mancha urbana).

La única zona prehispánica que cuenta con un plan de manejo es Monte Albán, en Oaxaca.

Debido a la polémica surgida por el montaje del proyecto de luz y sonido Resplandor teotihuacano, especialistas y diversas instancias solicitaron el plan de manejo de la zona arqueológica a los impulsores del espectáculo para analizar su viabilidad.

Sin embargo, ese documento nunca fue mostrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ni por los promotores del montaje, porque no existe. Con los seis meses de tregua para ajustar detalles del proyecto multimedia, se aceleró su elaboración, se trabaja en la última fase, manifestó a La Jornada Alejandro Sarabia, director del sitio.

Al mismo tiempo, expertos del INAH elaboran a todo vapor los planes de manejo para las principales zonas arqueológicas, ante la necesidad de sustentar proyectos generadores de desarrollo turístico y económico en torno a las edificaciones prehispánicas.

Monte Albán, la excepción

Hace unos días, la directora del Centro INAH Quintana Roo, Adriana Velázquez Morlet, entregó el proyecto concluido de Tulum-Tancah, el cual deberá ser avalado por la Dirección de Operación de Sitios del INAH.

Sobre los orígenes y operación de los planes de manejo, la arqueóloga Nelly Robles se remonta una década atrás para referirse a Monte Albán.

El instituto, indicó Robles, directora de la zona arqueológica oaxaqueña, inició desde hace una década la configuración de planes de manejo de las áreas prehispánicas inscritas en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Se debe precisar que en muchas zonas sí existen planes de manejo, pero no se aplican realmente.

Desde entonces, Nelly Robles es experta en elaborar dichos planes, debido a que encabezó el de Monte Albán hace 10 años y es asesora de otros proyectos que son propuestos como instrumentos de seguimiento y planeación de las actividades de las zonas arqueológicas abiertas al público.

Foto
Instalación del cableado para las luminarias del espectáculo multimedia en la zona arqueológica de Teotihuacán, en imagen de enero pasadoFoto José Carlo González

Al respecto, explicó que cada una de las áreas tiene sus especificidades, problemáticas y características propias.

La arqueóloga señaló que esta primera gran experiencia se remonta una década, durante una asamblea de Patrimonio Mundial en la cual la UNESCO urgió a que se elaborara un programa piloto para el primer plan de manejo, que fue instituido finalmente en Monte Albán y mediante el cual operamos desde finales de 1998 y avanzamos conforme a las líneas marcadas en ese documento.

El plan de manejo, puntualizó, no es más que una manera de ordenar las diversas acciones que se realizan es una zona arqueológica como monumento patrimonial abierto al público, e involucra dinámicas que van mucho más allá de la sola investigación arqueológica o histórica.

El documento es un instrumento de planeación que conduce los destinos de los sitios para que sean atendidos en diversos aspectos y, en el caso específico de Monte Albán, el plan de manejo descansa sobre cuatro puntos fundamentales: uno es el área de investigación y conservación; otro es la de difusión, además del área de administración y operación de la poligonal de la zona arqueológica.

Para ello, refirió la arqueóloga, se requiere la participación de un equipo interdisciplinario, de tal manera que el trabajo se realice como si se tratara de una gran orquesta”.

Con el plan de manejo, prosiguió, vamos de la mano, porque cada seis meses se realiza un monitoreo y evaluación de metas y actividades, que se remiten al INAH y a la UNESCO.

Listo, el de Tulum-Tancah

–¿La intención de operar con esos planes es reciente?

–Cuando Teotihuacán fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad no era una obligación presentar un plan de manejo a la UNESCO; esta exigencia surgió a mediados de los años 90, cuando el organismo internacional se percató de que era imposible monitorear el trabajo de sitios arqueológicos patrimoniales –que en México son 10– ante la falta de un instrumento de planeación y ejecución.

El plan de manejo de Tulum-Tancah, explica Adriana Velázquez Morlet, titular del Centro INAH Quintana Roo, fue entregado hace unas semanas a la Dirección de Operación de Sitios del INAH, y próximamente se publicará. También adelantó que están en proceso el documento de Cobá y uno más para el sur de la entidad.