Ciudad Juárez, Chih., 14 de abril. Familiares de Eduardo González Ramírez acusaron a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), comisionados al Operativo Conjunto Juárez, de levantar, torturar y asesinar a golpes a su pariente. Es la segunda denuncia similar en menos de una semana.

Sin embargo, autoridades militares aseguraron que los responsables de estos homicidios son delincuentes que se disfrazan de soldados para cometerlos.

Padres, esposa y hermanos de González Ramírez, de 41 años de edad, denunciaron que el pasado 9 de abril su familiar fue levantado por militares en activo, que lo golpearon a culatazos y lo subieron a un camión. No lo volvieron a ver con vida.

Con Eduardo se encontraba un joven, a quien los agresores también golpearon y se lo llevaron. No obstante, apareció después golpeado, pero con vida. Su identidad no fue revelada.

El cuerpo de González Ramírez fue localizado el pasado lunes en la colonia José Martí, con huellas de golpes, y trasladado al Servicio Médico Forense. La causa oficial de la muerte fue: golpes en el cuerpo y pelvis, aseguró la Subprocuraduría de Justicia estatal.

Apenas hace tres días la familia de Javier Eduardo Rosales acusó a un grupo de militares que se desplazaban en la unidad 2321370, de levantar y asesinar a su pariente.

Los presuntos soldados se llevaron también a un amigo del ahora occiso, identificado como Sergio Fernández, quien horas después fue encontrado vivo, aunque con huellas de tortura, en calles de la colonia Vista Hermosa.

La madre del joven que sobrevivió a la agresión informó que éste fue trasladado a un hospital en El Paso, Texas, para brindarle atención médica y por temor, ya que considera que la vida de su hijo y de su familia corren peligro.

Sobre estos dos sucesos, el vocero de la Operación Conjunta Juárez, Enrique Torres Valadez, dijo que no fueron militares los que mataron a los dos jóvenes; son delincuentes que utilizan uniformes de soldados para cometer los ilícitos.

Agregó que se está en la mejor disponibilidad de cooperar con las autoridades responsables de investigar dichos sucesos, a fin de que se aclaren y se esclarezca la identidad del o de los responsables.