El replanteamiento del proyecto de luz y sonido en la zona arqueológica de Teotihuacán incluye el retiro paulatino de las más de 2 mil luminarias que se instalaron en las pirámides del Sol y de la Luna, labor que se inició este lunes y requerirá cerca de dos meses.

Desde el pasado diciembre, cuando surgió la polémica por el montaje Resplandor teotihuacano, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) rehuyó las críticas y dio marcha atrás a ese proyecto.

El cambio se adoptó luego de que hace un mes siete especialistas de diversas disciplinas emitieron sus puntos de vista sobre el montaje que impulsa el gobierno de estado de México.

Luego del dictamen del Grupo Técnico Evaluador (GTE), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) otorgó un plazo de seis meses para la modificación del proyecto multimedia, el cual comenzó con el desmantelamiento de las luminarias.

El retiro de los rieles de metal y las luces obedece a las recomendaciones efectuadas por el GTE, las cuales afectaban visualmente y de manera agresiva el entorno; por tanto, se harán los cambios pertinentes para la protección de los monumentos y de la misma zona arqueológica, confirmó a La Jornada Julio Castrejón, director de medios del INAH.

Sin embargo, el show multimedia en Teotihuacán no está cancelado sino suspendido, aclaró Castrejón, quien aseguró que si después de los seis meses otorgados a los impulsores del montaje para replantear el proyecto y éste tampoco satisface, entonces sería cancelado de manera definitiva.

Labores en total hermetismo

La decisión se conocerá en septiembre, cuando el proyecto de luz y sonido modificado se presente, el cual deberá cumplir “las recomendaciones emitidas por el grupo de especialistas que opinaron sobre Resplandor teotihuacano”, dijo Julio Castrejón.

Ese mes se tendrán las nuevas propuestas, las cuales deberán satisfacer los requerimientos del GTE, y después de que el Consejo de Arqueología vierta sus puntos de vista al respecto, se determinaría si se cancela definitivamente ese proyecto.

De esta forma, agregó el vocero del instituto, se trata de hacer caso a las recomendaciones del GTE entregadas al INAH, entre las cuales se pidió racionalizar las luminarias que fueron colocadas y se espera una nueva propuesta para la iluminación.

El informe del grupo evaluador es muy preciso en ese sentido, y el proyecto, por tanto, está en fase de replanteamiento.

Por ello, explicó, los trabajadores de la empresa Mario Alberto Gómez, SA de CV, comenzaron este lunes las labores para retirar con sumo cuidado las luminarias, para evitar dañar alguna parte de los basamentos de las pirámides. El retiro será paulatino y calculo que tomará alrededor de dos meses.

En Teotihuacán, las más de 2 mil luminarias instaladas en las estructuras prehispánicas comenzaron a ser retiradas de manera parcial en la Pirámide del Sol, según pudo constatar este diario.

Alejandro Sarabia, director de la zona arqueológica, informó que los trabajadores de la empresa presentaron un permiso del INAH para retirar el equipo de iluminación emplazado en ambos monumentos.

El arqueólogo explicó que el retiro sólo será de manera parcial, según consta en el permiso que presentó dicha empresa y dijo desconocer si éstas serán colocadas de nuevo.

Desde el pasado fin de semana, los trabajadores –en total hermetismo y de manera rápida– desmontaron las lámparas instaladas en la parte baja y el primer cuerpo de la Pirámide del Sol. Hasta el pasado lunes se había desmantelado 40 por ciento de ellas.

También fue retirado el cableado y las bases que sostenían las lámparas, tanto las de aluminio como los bloques de concreto que se utilizaron como opción para evitar más perforaciones; además, se desmantelaron los dos tableros de control del equipo de iluminación, mientras en la Pirámide de la Luna aún permanece la totalidad de luminarias.

Por sancionar a responsables

El arqueólogo Sergio Gómez, uno de los principales opositores al espectáculo mediático, considera que desde el inicio del proyecto Resplandor teotihuacano los investigadores y el sindicato de trabajadores insistieron en que el plan era irregular, y advirtieron de daños físicos, visuales y la falta del guión académico, así como la carencia de un plan de manejo para la zona arqueológica.

“Lo único bueno del GTE es la posición y actitud honesta que tuvo Linda Manzanilla, quien lejos de asumir una postura política, criticó el proyecto en todos sentidos y fue la única con conocimientos en la cultura teotihuacana que formó parte del grupo.

“También –prosiguió Gómez– insistimos en que el daño físico causado a las estructuras de las pirámides del Sol y de La Luna fue grave y debe imponerse castigo a los responsables.”