Encargan a Óscar Nava, El Lobo, atender negocios ilícitos en Michoacán, Colima y Jalisco
Según informes de inteligencia, el cártel del Sinaloa extendió su poder a ciudades fronterizas
Martes 14 de abril de 2009, p. 12
El otrora poderoso cártel de los hermanos Valencia, que en la década de los 90 inició operaciones ligadas al narcotráfico en los estados de Michoacán y Colima, reforzó de manera reciente sus lazos con la organización criminal que encabezan los capos sinaloenses de la droga Joaquín El Chapo Guzmán, Ignacio Nacho Coronel e Ismael El Mayo Zambada.
Los integrantes del grupo criminal Los Valencia conforman actualmente un bloque delictivo que opera para el cártel del Pacífico y/o de Sinaloa, y se encargan de coordinar el trasiego de drogas –fundamentalmente cargamentos de metanfetaminas y cocaína– en la zona occidente del país, bajo el mando de Óscar Nava Valencia, El Lobo.
De acuerdo con informes de inteligencia gubernamental, El Lobo es considerado por las autoridades militares y civiles como un capo de la talla de los tres narcos antes mencionados, por lo que en breve se incluirá su nombre en la lista de criminales por los que se ofrece recompensa de hasta 30 millones de pesos.
Aunque los lazos entre los cárteles de los hermanos Valencia y de Sinaloa datan de varios años, se tiene registro de que al menos desde hace cuatro meses El Chapo Guzmán y Nacho Coronel depositaron en El Lobo su confianza, a fin de que se haga cargo de buena parte de los negocios ilícitos que tienen los sinaloenses en Michoacán, Colima y Jalisco.
Al menos desde hace cinco años tres grupos delictivos mantienen una lucha a muerte por conservar el control del trasiego de estupefacientes en la entidad michoacana.
El cártel de Sinaloa, con Óscar Nava Valencia a la cabeza, busca arrebatar territorios en esa entidad que prácticamente está controlada por integrantes de La Familia Michoacana y por miembros de Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo.
En Michoacán, las secretarías de la Defensa Nacional, de Seguridad Pública federal y la Procuraduría General de la República han asegurado en meses recientes importantes cargamentos de drogas sintéticas, además de laboratorios para procesar metanfetaminas. Se sabe que esas bodegas ocultas son custodiadas por sicarios al servicio de El Lobo, quien rinde cuentas a Nacho Coronel.
A Óscar Nava Valencia se le responsabiliza de ataques y ejecuciones de policías federales, estatales y municipales en Michoacán, Colima y Jalisco.
La información de inteligencia gubernamental a la que tuvo acceso La Jornada, revela además que el brazo armado del cártel de Sinaloa también se ha extendido a ciudades fronterizas.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, por ejemplo, las autoridades militares y civiles tienen identificado a Mario Yunes, El Mío, y a José Antonio Torres Marrufo, El Marrufo, como los actuales jefes de sicarios del grupo delictivo identificado como Gente Nueva.
Se trata de una célula de sicarios al servicio de Joaquín El Chapo Guzmán que disputa el control del trasiego de drogas en esa región fronteriza al cártel de Juárez, que lidera Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy.
Desde la llegada de Gente Nueva a Ciudad Juárez, hace aproximadamente cuatro años, comenzó a recrudecerse la violencia en esa localidad, importante punto de trasiego de cargamentos de droga a Estados Unidos, según revelan los informes consultados.