Mogadiscio, 13 de abril. Insurgentes somalíes dispararon hoy con morteros contra el avión del congresista demócrata estadunidense Donald Payne, quien visitó esta capital para discutir sobre los actos de piratería y formas de ayuda de la comunidad internacional a Somalia.

El avión que transportaba al congresista despegaba del aeropuerto de Mogadiscio cuando comenzaron a caer obuses de mortero. No hubo heridos, pero el ataque tenía como blanco al legislador, quien resultó ileso, declaró a Afp una fuente que pidió el anonimato.

El grupo insurgente Al Shabab se adjudicó el ataque contra el avión de Payne, indicó Sheik Hussein Alí, vocero de esa agrupación que es considerada terrorista por el gobierno de Estados Unidos.

Payne, miembro del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, llegó a Mogadiscio, donde se reunió con el primer ministro Omar Abdirashid y el presidente somalí Sharif Sheikh Ahmed, de acuerdo con el portavoz gubernamental Abdulkadir Walayo.

Hablaron, entre otras cosas, sobre los actos de piratería en las costas de Somalia y respecto de los medios de la comunidad internacional para ayudar al gobierno de transición somalí, afirmó Walayo.

El presidente estadunidense, Barack Obama, llamó a la comunidad internacional a enfrentar la piratería, y prometió que hará responsables de sus crímenes a quienes ataquen barcos.

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Por lo pronto, piratas somalíes prometieron vengarse por la muerte de tres de sus compañeros el domingo tras el rescate del capitán estadunidense Richard Phillips.

Uno de los jefes de los corsarios, Abdi Garad, declaró: este asunto llevará medidas de represalia y perseguiremos en particular a ciudadanos estadunidenses que viajan por nuestras aguas.

Por su parte, Sheik Hussein Alí, del grupo Al Shabab, declaró que los franceses y estadunidenses se arrepentirán de haber comenzado esta matanza. Nosotros no matamos, sino únicamente cobramos rescates”.

A todo esto, dos barcos pesqueros egipcios, con entre 18 y 24 marinos, fueron capturados por piratas al norte de Somalia, informó el ministro adjunto de Relaciones Exteriores egipcio, Ahmad Rizk.