Cuba ha resistido y resistirá; no extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas
, advierte
La flexibilización de EU tendrá notable impacto humanitario en la economía: investigador cubano
Martes 14 de abril de 2009, p. 26
La Habana, 13 de abril. El gobierno de Cuba evitó comentar de inmediato la liberación de viajes y de envío de remesas de los cubanos que viven en Estados Unidos, pero Fidel Castro dijo que están creadas las condiciones
para que Barack Obama emplee su talento en una política constructiva que ponga fin a la que ha fracasado durante casi medio siglo
y levante el bloqueo económico contra la isla.
El giro de Obama está todavía lejos de eliminar el bloqueo, pero abre una fisura en el flanco del negocio de telecomunicaciones y rompe los candados que George W. Bush impuso a los viajes y a las remesas de los cubanos.
Más aún: es una clara rectificación de la política estadunidense del último cuarto de siglo en un asunto tan sensible como el contacto familiar entre la isla y los emigrados, que después del triunfo de la revolución de 1959 tuvo sus mayores facilidades durante el gobierno de Jimmy Carter (1977-1981).
En un artículo difundido esta noche, Castro dijo que no culpa a Obama de las atrocidades cometidas por otros gobiernos
de Estados Unidos, ni cuestiona su sinceridad
en su intento de cambiar la política de Washington.
Hizo notar que el bloqueo no está en el paquete de medidas, pero no entró en valoraciones particulares. Recordó que su hermano, el presidente Raúl Castro, está dispuesto al diálogo con Obama en igualdad de condiciones y agregó: Cuba ha resistido y resistirá. No extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas
.
Promesa de campaña
La decisión estadunidense era esperada. Fue una promesa de campaña de Obama y la ocasión se la ofreció la Cumbre de las Américas, que sesionará esta semana en Trinidad-Tobago, en el primer contacto directo que tendrá el mandatario con la región.
Fuentes vinculadas a la operación de vuelos charter, la única forma de enlace que hay ahora entre Cuba y Estados Unidos, dijeron a La Jornada que la nueva política de Washington va a disparar
el movimiento de pasajeros.
El promedio de 28 vuelos semanales rápidamente quedó rebasado después de que el Congreso estadunidense aligeró en marzo las restricciones y sólo la semana anterior hubo 36 vuelos, dijeron las fuentes.
La medida legislativa permitía hasta ahora un viaje anual, en lugar de uno cada tres años como estaba establecido desde 2004, pero la orden de Obama va más allá, al eliminar cualquier limitación.
Es un paso humanitario y muy positivo
, dijo Phil Peters, investigador de la economía cubana y vicepresidente del Instituto Lexington, un influyente think tank estadunidense. “Pero el presidente está creando una situación rara, en la cual la mayoría de los norteamericanos seguirá lidiando con regulaciones de la guerra fría cuando se trata de viajar a Cuba”.
El especialista subrayó así el contraste de la decisión del lunes con la prohibición aún vigente de que los estadunidenses visiten libremente la isla, lo que sólo pueden hacer con una licencia oficial. Una situación que no es justa ni sostenible, pues todos tenemos los mismos derechos
, dijo Peters.
El investigador indicó que el impacto humanitario será notable en la economía de los cubanos con familiares en Estados Unidos
.
Hace cinco años el Buró del Censo de Estados Unidos informó que había en ese país un millón 448 mil 684 cubanos, incluyendo a los nacidos en la isla (912 mil 686, el 63 por ciento) y a los nacidos en territorio estadunidense, de ascendencia cubana (535 mil 998, el 37 por ciento).
A diferencia de la estimación sobre el potencial de viajes, el cálculo de las remesas familiares de Estados Unidos a Cuba es muy complicado, porque una parte de esa masa monetaria viene por vías informales. La traen parientes o amigos, personas que cobran por el servicio y hasta redes de distribución bien organizadas, que tienen sucursales
en toda la isla.
El gobierno cubano no tiene disponible un cálculo de ese flujo, pero la estimación más reciente, respaldada por una institución internacional, fue difundida en octubre de 2007 en un informe del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo y la organización privada Diálogo Interamericano.
El reporte calculó un ingreso de remesas a Cuba por 983 millones de dólares en 2006.
La decisión de Obama era todavía poco conocida para los cubanos, pero al enterarse muchos se mostraron entusiasmados.
Es una muy buena idea
, dijo Nilo González, un bicitaxista de 40 años. Tengo tías y tíos allá. Algunos se fueron en el 68, otros cuando el Mariel, en el 80. Mi papá se fue en el 80 y allá murió. Ya no pudimos vernos. Hemos perdido contacto con la familia, pero no perdemos las esperanzas de verlos
.
Yosvani, de 39 años, también dándole al pedal
de un bicitaxi, contó que sólo tiene un familiar lejano en Estados Unidos, que tiene su base en Las Vegas y maneja un trailer. Esa gente gana muy bien. Él viene cada vez que puede, pero ahora ya podrá viajar mejor. Lo que hace falta es que así sigan las cosas, que mejore la relación entre los dos países. Cuando los dos gobiernos se entiendan nosotros vamos a mejorar
.
Alfredo, de 41 años, vigilante de un estacionamiento, no tiene familiares en Estados Unidos, pero tiene claro el asunto: Buenísimo, buenísimo. Viene más gente, traen más dinero. Lo mejor que puede pasar es que aflojen. Nadie en el mundo está a favor del bloqueo, eso no beneficia a nadie, no nos beneficia a nosotros. Al contrario, mientras más aprietan ellos más aprietan al pueblo de Cuba
.
¡Qué alegría!
, dijo María Elena Puente, costurera de 43 años. Es lo mejor que he oído en años, señor, ¡en años! Tengo dos hermanos y unos tíos allá, pero hace tiempo que no pueden venir, porque la situación está muy mala y luego por las trabas que les pusieron. Aún así, ellos mandan su dinerito para los más necesitados de nuestra familia. El año pasado sólo pudieron mandar una vez, pero siempre estamos en contacto. La última vez que vino uno de mis hermanos tuvo que esperar los tres años que les habían puesto. Ahora será más fácil. No puedo creerlo, ¡qué alegría!