Ahora, de cada peso generado 43 centavos están comprometidos
Martes 14 de abril de 2009, p. 20
En caso de que el gobierno federal determine utilizar la totalidad de las líneas de crédito por 57 mil millones de dólares de los organismos multilaterales (FMI, BM y BID) para sostener al tipo de cambio y apoyar a las empresas para otorgarles liquidez, la deuda pública total se ubicaría en alrededor de 5.4 billones de pesos, equivalente a 50 por ciento del producto interno bruto (PIB).
De acuerdo con el Informe sobre las situación de las finanzas públicas al cuarto trimestre de 2008, la deuda neta del sector público ascendió a 4 billones 333 mil 123 millones de pesos, monto que representa el 43 por ciento del PIB de México. Lo anterior significa que de cada peso que se genera en la economía, 43 centavos se encuentran ya comprometidos.
Sin embargo, si el gobierno federal se ve obligado a utilizar la totalidad de las líneas de crédito solicitadas a los organismos financieros multilaterales, debido a los crecientes requerimientos financieros del sector público, la deuda pública total (interna y externa) se elevaría a 5.4 billones de pesos, representando poco más de 50 por ciento del PIB, y ubicando la deuda per cápita de los mexicanos en 50 mil pesos.
Con la deuda pública actual de 4 billones 333 mil 123 millones de pesos cada uno de los 107 millones 551 mil mexicanos que integran la población total del país debe 40 mil 289 pesos.
Datos oficiales señalan que a diciembre de 2008 y de acuerdo con Hacienda, la deuda directa presupuestaria o deuda directa oficialmente reconocida
es de 2 billones 368 mil 139 millones de pesos y la no presupuestaria o contingente
(rescate carretero, IPAB, Pidiregas y la banca de desarrollo) ascendió a un billón 964 mil 984.2 millones de pesos.
En el caso de la deuda contingente interna destacan los pasivos del IPAB, que ascendieron a 731 mil 475.3 millones de pesos y los derivados del rescate carretero (Farac), por 144 mil 817.3 millones de pesos.
Por su parte,la deuda externa directa o presupuestaria ascendió a 279 mil 426.2 millones de pesos y la externa no presupuestaria o contingente
fue de 830 mil 968.3 millones de pesos.
Aquí destacan los pasivos externos derivados de los inicialmente conocidos como Pidiregas, que ascendieron a 786 mil 286.5 millones de pesos y que representan 71 por ciento de la deuda externa presupuestaria u oficial.
Al respecto, Mario Di Costanzo, secretario de la Hacienda Pública del autodenominado gobierno legítimo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, explicó que cuando empezó la crisis las reservas internacionales por casi 90 mil millones de dólares eran suficientes. Sin embargo, las prácticas especulativas de las empresas que jugaron con el tipo de cambio provocaron incertidumbre financiera, al igual que los compromisos, es decir, vencimientos de los pagos de Pidiregas y las operaciones de los bancos con instrumentos derivados.
La situación anterior se combinó con una grave falla estructural de la economía nacional, ya que al desplomarse el precio del petroleo y al caer las exportaciones y las remesas de los braceros bajó drásticamente la entrada de dólares al país. Lo anterior se combinó con un crecimiento o al menos no disminución de las importaciones (ya que gran parte son alimentos e insumos para la producción). Las perspectivas eran que al vender menos al exterior y seguir gastando lo mismo por las importaciones, llegaría un momento en el que México se quedaría sin dólares.
Por ello se preveía a mediano plazo una crisis del sector externo por falta de divisas, de manera que Hacienda y el Ejecutivo federal recurrieron al endeudamiento para sostener momentáneamente la situación
, a costa de endeudarse en dólares para garantizar y dar el mensaje a los inversionistas de que el país contará con dólares. Lo anterior equivale a endeudarse para subsidiar el tipo de cambio.
Di Costanzo Armenta afirmó que este endeudamiento se utilizará para rescatar financieramente a empresas endeudadas en dólares y a bancos, y no para rescatar a la economía real, por ello no va a ser sostenible y sólo se está demorando la crisis del sector externo mexicano, alertó.