Algunas tienen 4 mil años de antigüedad; son 53 tumbas cavadas cerca de la pirámide de Illahan
Lunes 13 de abril de 2009, p. 44
El Cairo, 12 de abril. Un equipo de arqueólogos descubrió al sur de El Cairo una necrópolis con decenas de momias pintadas de turquesa, ocre y dorado, algunas de 4 mil años de antigüedad, anunciaron el domingo las autoridades egipcias.
La misión halló los restos cubiertos de lino y bien conservados, en 53 tumbas cavadas en la roca, que datan de los reinos medio y nuevo y de la 22 dinastía faraónica, informó el Consejo Supremo de Antigüedades.
Cuatro de las momias se remontan a la dinastía 22 (931 a 725 a.C.) y son consideradas de las más bellas jamás descubiertas
, afirmó Zahi Hawass, jefe de Antigüedades de Egipto. Otras datan del imperio medio (2061-1786 a. C.). Explicó que la decoración de los féretros está en buen estado.
En un comunicado, las autoridades del ramo señalaron que la necrópolis fue descubierta cerca de la pirámide de Illahun, en el Fayum, al sur de El Cairo. Según Abdel Rahme el Ayedi, encargado del equipo, también se descubrió una capilla funeraria que probablemente sirvió hasta la época romana (30 a.C. a 337).
El ministro de Cultura egipcio, Faruk Hosni, aseguró que algunas de las tumbas tienen una sola cámara mortuoria, mientras otras, más elaboradas, constan de una sala de entrada que conduce a una segunda superior, desde la que se accede a un tercer compartimento.
El supervisor de antigüedades del Egipto medio, Abdelrahman Al Ayedi, señaló que también se recuperaron féretros de barro, así como joyería de cobre de la era romana, junto a una colección de amuletos en buen estado de conservación.
El pueblo donde se realizó el espectacular hallazgo, Illahun, está en las cercanías del nacimiento del canal de Hawara, que se abre como un brazo del río Nilo y se interna en la cuenca del Fayum.
Los arqueólogos sostienen que quien llegó a este sitio y decidió construir allí su monumento funerario fue Sesostris II, el segundo faraón de la dinastía 12, del imperio medio de Egipto, quien gobernó del año 1956 a 1911/10 a.C. Fue uno de los reyes más poderosos y eficientes de esta dinastía.
La principal atracción de la región, hasta hoy, había sido la pirámide de ese rey, edificada en torno a un centro de arenisca amarilla y pensada en un inicio como un marco de muros dispuestos en varios sentidos, luego completados con grandes bloques de barro que dieron forma al conjunto. Alcanza 50 metros de altura y más de 100 de ancho.
Si bien por fuera no sorprende demasiado, el interior de esta pirámide tiene poco que ver con el diseño de otras. Para empezar, su entrada no tiene vistas hacia el norte, sino que es accesible desde el sureste, a través de un eje excavado en la arena, el cual, como resultaba demasiado estrecho para el ingreso del sarcófago, dio pie a una segunda entrada, construida y oculta bajo un corredor que conduce a la tumba de una princesa anónima.
Un impresionante sarcófago de granito rojo, ubicado en el extremo más lejano de la cámara mortuoria, había sido hasta ahora el tesoro más importante hallado en la zona.