Chivas-Águilas, el clásico de la incertidumbre
pesar de su medianía, por no decir mediocridad, Cruz Azul y Atlante se clasificaron a la final de la Concachampions, mientras Pachuca y Toluca ofrecieron quizá el mejor partido en lo que va del torneo...pero lo que acapara ya la atención es el clásico del futbol mexicano.
No importa mucho que Chivas y América estén en un momento de incertidumbre. El consorcio televisivo, además del consabido morbo de los aficionados, ya se encargarán de dar interés al clásico de clásicos.
Las Águilas llegan con todas las dudas del mundo, con una defensa de risa y esperanzados casi exclusivamente en su Salvador Cabañas. El club de Coapa está en el sótano de la tabla de locales, es el único que no ha ganado, pero con sus cuatro victorias es primero en calidad de visitante.
El Guadalajara viene dando tumbos. El técnico Omar Arellano debutó con un triunfo que de tan feo fue abucheado por sus seguidores en el estadio Jalisco, y en su segundo partido rescató el empate gracias a las pifias del regularmente confiable Federico Vilar.
Vilar, quien por su forma de parar y sus suéteres hace recordar al legendario Miguel Marín, mostró dos yerros de futbolista irresponsable. El primero –al tratar de salir burlando y provocar el penal– podría reflejarlo como un jugador que siente que el futbol local le queda chico. Esa actitud de divo está muy lejana del trabajo diario y la sencillez que mostró desde que estaba en el Zitácuaro y que lo llevó no sólo a ubicarse entre los mejores guardametas de nuestro balompié, sino a su merecido llamado a la albiceleste de Diego Armando Maradona.
Mucho se ha dicho de las pugnas en la directiva del Puebla, pero algo similar sucede en La Máquina, donde cada vez son más notorias las diferencias entre los hermanos Álvarez Cuevas. Alfredo desea el cese del timonel Benjamín Galindo y con calzador metió al plantel al defensa boliviano Ronald Raldes, mientras el demasiado sereno y conciliador Billy apoya la continuidad del Maestro.
Si no fuera por el sufrimiento semanal por el que pasan millones de aficionados de los Cementeros, culpa de ese par de hermanos, eso no pasaría de ser la versión futbolera local de Caín y Abel.
Tan mal anda Cruz Azul, que festejó en grande su triunfo sobre el poderoso Islanders de Puerto Rico y ahora enfrentará al Atlante, cuya nómina es más modesta que la celeste, pero parece tener más juego para clasificar al Mundial de Clubes.
Lo que sí es de celebrar es el gol de taconcito-escorpión de Luis Ángel Landín. El michoacano, desde sus inicios, mostró calidad para ser un goleador de época y tal vez esa soberbia anotación ante su ex equipo le ayude a dar el salto definitivo, ya que por lo mostrado hasta ahora parece estar condenado a ser una eterna promesa.
El Clausura 2009 ya no tiene invictos. Toluca se mantuvo incólume en 12 jornadas, hasta que se topó con el equipo de las Naciones Unidas llamado Pachuca, en un duelo de gran nivel, reñido, interesante y que nos hace prever una gran liguilla.
Pumas sigue teniendo más suerte que futbol y con su triunfo agónico se enfila a las finales, mientras el descenso está que arde: Necaxa no puede frenar su dramática caída, en Puebla se está agotando la magia del Chelís y los Indios se niegan a morir.