Las relaciones humanas y la cotidianidad son elementos a los que recurre la escritora Norma Lazo en metáforas que retoman la figura y la trayectoria del célebre escapista Harry Houdini.

Los personajes de la escritora en su reciente novela El dilema de Houdini (Mondadori) se encuentran en una situación de encierro, absortos en su propia existencia.

Entonces, prosigue la autora, la huida se torna necesidad y opción para estos artistas de la fuga que emulan a El Gran Houdini para escapar de sí mismos.

En la novela todos los personajes se encuentran en diferentes tipos de encierro: el que ha durado demasiado con su duelo, el que mantiene una relación marital poco satisfactoria o aquel que tuvo una historia de niño prodigio y que con el paso del tiempo desilusionó a sus padres.

En el volumen sobresale la historia de Sofía, mujer atrapada en su melancolía, quien no consigue huir de sí misma, o la del del pianista Sebastián, quien tiene una vida en donde confluyen recuerdos y odio muy arraigados. En la historia, un tigre de Bengala huye de su jaula y causa caos en la ciudad.

Pequeños escapes cotidianos

Por tanto, la posibilidad de huir es lo único que mantiene vivos a los personajes –lo que trae a cuento a Harry Houdini, quien enfrentaba a su encierro sólo para huir de él.

Norma Lazo precisa: “cuando planteo la fuga no lo hago como evasión, pero sí pienso en pequeños escapes cotidianos, tan sencillos como ver una buena película o leer un libro.

¿Quién no ha querido huir de un trabajo mal pagado, de un mal amigo o de una triste relación amorosa?; en el libro se plantean aspectos cotidianos entrelazados con la idea de la fuga y la forma de consumar el escape.

El dilema de Houdini fue escrito en horario nocturno, incluidos los fines de semana, a manera de escape de Norma Lazo, quien se asume como una discípula consumada de Houdini.

El impulso de huir y la comodidad de la rutina se entrelazan, se repiten y giran sobre los protagonistas en una melodía y una paradoja que parecen infinitas.

Rebelde creación

Lazo, también articulista, quien ha colaborado en diversos medios de comunicación y fue fundadora y directora de la revista cultural Complot, señaló que la escritura es un proceso de rebelde creación, y que el sentido de la fuga ha sido perenne en cada una de sus obras.

Norma Lazo es autora de Noches de la ciudad perdida, Los creyentes, El dolor es un triángulo equilátero y Sin clemencia, los crímenes que conmocionaron a México, entre otras publicaciones.

Existen momentos para escribir lo que uno desea; en particular, me dejo llevar por el interés que cierto tema me causa en determinado momento, pero siempre me muevo en dos polos: el sufrimiento y el significado de la vida.