Las deportaciones de extranjeros indocumentados en México tuvieron un desplome de 50 por ciento de 2006 a la fecha, mientras que el nivel de expulsiones de connacionales realizadas por Estados Unidos se incrementó 8.7 por ciento en lo que va del sexenio calderonista.

De acuerdo con cifras oficiales, durante esta administración México ha repatriado a cerca de 220 mil indocumentados –la mayoría procedentes de países centroamericanos–, mientras que el vecino país del norte repatrió, en el mismo lapso, un millón 74 mil 62 paisanos.

No existe un reporte específico acerca de las causas que mantienen a la baja el nivel de deportaciones, salidas fast track (en la mayoría de los casos se ejecuta la deportación en menos de 24 horas) a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación.

Análisis preliminares de funcionarios del sector explican la caída de las detenciones y expulsiones debido al reforzamiento de medidas de seguridad del gobierno estadunidense, así como el aumento de las tarifas de los traficantes (polleros), aspectos que inhibirían el tránsito de indocumentados por vía terrestre desde sus lugares de origen hasta el territorio mexicano. En este diagnóstico preliminar no está incluida como causa del descenso, por ejemplo, una eventual mejora de la seguridad en nuestra frontera sur, toda vez que –como admite el propio INM– México sólo cuenta con 13 puntos de revisión formal y existen más de 40 entradas informales por donde logran ingresar los indocumentados.

El flujo migratorio empezó a ir en descenso desde 2005, cuando los detenidos-repatriados rebasaban los 200 mil por año; en el último tramo del sexenio foxista, este indicador bajó a 182 mil 705; un año después se registró una importante caída, sin precedentes, para quedar en 120 mil 455. Durante 2008, el número de detenidos fue de 94 mil 891, según el INM.

Según la nacionalidad de los indocumentados (quienes buscan cruzar territorio mexicano para alcanzar el sueño americano de internarse en Estados Unidos en busca de un mejor nivel de vida) ésta también resulta en una reducción.

Por ejemplo, en 2007 fueron detenidos 56 mil 22 guatemaltecos, y un año después, en 2008, 42 mil 57. Los ciudadanos guatemaltecos siguen encabezando la lista de expulsados, seguidos por los hondureños (30 mil 751 durante el año pasado), salvadoreños (14 mil 215) y nicaragüenses (mil 603).

Sin embargo, no existen estadísticas precisas relacionadas con el número de indocumentados que sí cumplen su objetivo: evadir los escasos controles de la autoridad migratoria mexicana, pasar la frontera y encontrar un empleo en el vecino país del norte.

Respecto a nuestros paisanos, durante 2007 hay 514 mil 609 registros de deportaciones dentro del programa de repatriaciones ordenadas y seguras, es decir, cuando el gobierno mexicano los recibe. Para 2008, esta cifra llegó a 559 mil 453 connacionales.

La delegación regional del INM en Coahuila pasó de 6 mil 271 a 13 mil 589 mexicanos registrados (un incremento de 116.7 por ciento en el lapso referido); Tamaulipas reporta un incremento de 43.2 por ciento y Baja California de 24.3 por ciento; en tanto, Sonora se mantiene prácticamente en el mismo nivel (174 mil 558), y Chihuahua reporta un descenso de 32.3 por ciento en la recepción de mexicanos deportados.

El INM tiene un programa piloto para atender a aquellos que han sido repatriados, mientras que en los próximos días serán publicadas las nuevas reglas para las 48 estaciones migratorias que operan en el país. Estos hechos están por concretarse en momentos que la titular del sector ha dejado su puesto (Ana Teresa Aranda, ahora ex subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos) y se menciona como posible sucesora a la comisionada del INM, Cecilia Romero.