Se multiplican los accidentes de menores en el campo mexicano, advierte Heladio Ramírez
Exige a la Secretaría del Trabajo explicar violaciones flagrantes
a la legislación laboral
Viernes 10 de abril de 2009, p. 23
Los accidentes de niños jornaleros que pierden la vida atropellados en los campos de cultivo, ahogados en ríos o mutilados durante el proceso de producción se multiplican sin que las autoridades de la Secretaría del Trabajo expliquen siquiera el por qué de las violaciones flagrantes
a la legislación laboral, denunció el senador del PRI Heladio Ramírez López.
Explicó que en los campos de cultivo del país trabajan unos cinco millones de jornaleros, 30 por ciento de ellos niños y adolescentes hijos de indígenas o de campesinos del minifundio, que son base de sustentación de las muy pocas y prósperas empresas del sector rural –dedicadas a la exportación de hortalizas, frutales, flores y café– y son víctimas de tratos degradantes, al margen de la legalidad y el más elemental trato humanitario
.
Los niños jornaleros, insistió, viven un drama permanente, que sólo en ocasiones, por su gravedad, se refleja en los medios masivos de comunicación. Son los casos de Mario Félix Martínez, de 9 años, que se ahogó en un estanque del campo agrícola de Patole, municipio de San Ignacio, en Sonora, en diciembre pasado, o de Ismael de los Santos Barrera, de apenas año y medio, que pereció arrollado por las ruedas de un camión mientras jugaba entre los surcos del campo.
El político priísta explicó que la desgracia ocurrió en febrero de este año en Navolato, Sinaloa, y La Jornada publicó la foto de los padres, no mayores de 18 años, cargando apesadumbrados el cuerpo del niño, que fue atropellado mientras ellos recolectaban ejotes para una empacadora
.
La información da cuenta de que los directivos de la empresa no les pagaron ninguna indemnización a los desconsolados padres
, pero los convencieron de que el cuerpo del bebé fuera sepultado en Sinaloa, para evitar los gastos de traslado a Guerrero. Al mismo tiempo ayudaron a escapar al chofer.
El senador Ramírez López relató que días antes se conoció también la noticia de una niña jornalera de 13 años, cuyo brazo fue amputado por la máquina donde seleccionaba hortalizas para la exportación, y la de Santiago González Ramírez, de la misma edad, ahogado en un río, poco después de que llegó a laborar en la pizca de jitomate.
Ahí está la muerte de Estrella Santos Nava, de 11 meses de edad, quien, según informó la prensa, pereció al incendiarse la galera donde se encontraba con otros cinco menores, mientras sus padres laboraban en un campo agrícola de Hermosillo.
El ex dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) advirtió que ese infinito drama del jornalerismo campesino no le preocupa al gobierno federal y no le merece la reacción y el esfuerzo que la magnitud del problema demanda
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Desde la tribuna del Senado, detalló, ha denunciado la problemática del trabajo infantil en el agro mexicano, “fuerza laboral de niños sobrexplotados y peor pagados, no importa si los patrones son empresarios agropecuarios nacionales o extranjeros.
Voy a seguir denunciando la situación lacerante que viven estos humildes mexicanos, a reiterar la demanda de que haya mayor atención gubernamental a los jornaleros agrícolas y a luchar porque se actualice el obsoleto y, en la práctica, casi inexistente capítulo de la Ley Federal del Trabajo referente a los trabajadores del campo.