Chisinau, 8 de abril. El presidente de Moldavia, el comunista Vladimir Voronin, acusó a Rumania de instigar las protestas contra el triunfo de su partido en las legislativas del domingo, al argumentar que los manifestantes gritaron nosotros somos rumanos, mientras la fiscalía abrió una investigación por tentativa de golpe de Estado. Voronin anunció que ahora habrá un régimen de visas con Rumania, que rechazó las acusaciones y las calificó de provocación contra el Estado. La ex república soviética de Moldavia declaró también al embajador de Rumania, Filip Teodorescu, persona non grata y le dio 24 horas para salir del país, al tiempo que llamó a consultas a su embajadora en Bucarest, Lidia Gutu. Por lo pronto, la policía tomó el control de la presidencia y del Parlamento, que fueron tomados el martes por manifestantes anticomunistas.