La Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal mantendrá estrecha vigilancia sanitaria en las playas artificiales que se instalaron en varias delegaciones políticas y prepara un estudio bacteriológico del agua de las albercas para evitar riesgos en la salud de los visitantes.

En la primera inspección sanitaria, el titular de la dependencia, Armando Ahued, constató que los niveles de cloración de las cuatro albercas de la playa de Villa Olímpica se mantuvieran en los niveles permitidos, que van de una a cinco partículas por millón. La principal preocupación es la presencia de coliformes, porque es una bacteria que causa problemas estomacales.

Las tomas para llevar a cabo las mediciones, explicó el personal a cargo, son en tres horarios, a las 8, 12 y 15 horas. Se realizan con equipo especializado, el cual también se utiliza para hacer la medición de todo el Sistema de Aguas de la Ciudad de México. Eso es una garantía para tener la certeza de que el agua es potable, afirmaron.

Los verificadores aclararon que el líquido de las albercas es potable, pero no significa que sea para el consumo propiamente; eso nos asegura que el agua está en condiciones para tener contacto con el organismo humano.

Además de los controles del cloro, indicó el titular de Salud, se tienen medidas preventivas para mantener el agua en buenas condiciones y que no haya riesgos, como son solicitar a los usuarios que antes de entrar a las albercas se bañen, y que se limpien los pies de arena o pasto. Además, en Villa Olímpica se contrató una empresa privada que está a cargo de la cloración permanente del líquido, además del aspirado y la aplicación de químicos las 24 horas del día, durante los 15 días del programa de playas artificiales, lo que garantiza que tienen las condiciones de salud, afirmó Ahued.

Opciones a las playas

Las largas filas que se formaron en las playas artificiales desde temprana hora volcaron a la gente a buscar otro tipo de esparcimiento en los bosques de Aragón y Chapultepec, que lucieron a reventar; además del Centro Histórico e Iztapalapa, para observar los preparativos para la celebración de la Pasión de Cristo, donde los fotógrafos autorizados por la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo ofrecieron a la gente un recuerdo por 30 pesos.

Las ganas de distraerse con poco dinero llevaron a decenas de familias a las playas para darse un chapuzón, pero sus sueños se frustraron ante la gran cantidad de gente que, con mochilas y bolsas en mano, esperaba ingresar, lentamente, mientras aprovechaba el tiempo para desayunar, platicar o jugar. Venimos a divertirnos y si tenemos que esperar ni modo, porque el dinero no nos alcanza para irnos a otro sitio, comentaron algunos de los turistas.

Mientras, otros grupos de jóvenes cambiaron sus planes y se fueron a pasar el día a Chapultepec o el Bosque de Aragón, o a las plazas comerciales, donde aprovecharon el dos por uno para entrar al cine y disfrutar alguna de las películas de estreno. Con esta crisis ir al cine se ha convertido en un lujo, porque te gastas como 200 pesos entre las entradas y las palomitas, para disfrutar con la novia, y la verdad, nuestros padres no tienen para mantenernos estos chistecitos. Así que después de mes y medio de ahorro podemos venir, comentaron Luis, Mario y José.