Los capitalinos abarrotaron las playas de la ciudad de México. Como si estuvieran en Acapulco, tendieron sus camastros, colocaron sus sombrillas y mesas y se pusieron a chupar, pues los filtros instalados para evitar la introducción de bebidas alcohólicas no fueron impedimento para que ingresaran con su bebida favorita, ya preparada, en botes de jugos de frutas, botellas de agua y hasta en envases de suero oral contra la deshidratación.

Desde temprana hora, y pese al cambio de horario, cientos de familias hicieron largas filas para disfrutar del agua de mar y darse un rico chapuzón, según dijeron, junto con la familia y los cuates del barrio, del trabajo o del fut, para soportar el asfixiante calor; mientras otros, como en Azcapotzalco, no pudieron cumplir sus sueños, debido a que el agua de las albercas carecía de las condiciones idóneas, por lo cual fue necesario postergar su apertura, para evitar infecciones o enfermedades, comentaron trabajadores de la demarcación.

Este lunes abrirá sus puertas la ubicada en la Alameda del Norte. Estamos en los últimos detalles, para que nuestra gente disfrute sanamente de estas vacaciones y en un ambiente agradable, por lo cual decidimos esperarnos un poquito y no hacer trabajos mientras está el ir y venir de los visitantes, señalaron algunos empleados, que gustosos informaban a los chiquillos que les preguntaban sobre la apertura de las instalaciones. Ya les queman las ansias de mojarse y lo van a hacer, prontito, agregaron.

La falta de dinero y, en varios de los casos, de trabajo, así como la necesidad de salir del estrés y estar con los hijos, la mujer y hasta los suegros, provocaron que en el arranque del periodo de asueto de la Semana Santa las playas artificiales lucieran llenas. Muchos critican su instalación, sin considerar que la crisis nos ha pegado más fuerte a las familias de bajos recursos, lo que hace imposible pensar en salir siquiera a un balneario a Morelos, por lo que éstas se convierten en nuestro Acapulco, Ixtapa, Los Cabos o el Cancún que siempre soñamos, pero más modestamente, coincidieron los integrantes de las familias Cortés, Hernández y López.

Las bolsas de mandado de plástico o yute, y las mochilas escolares obsequiadas por el gobierno local o la delegación al comienzo de cursos, fungieron como maletas, donde no sólo salieron las mudas de ropa de playa con colores chillantes y grandes flores, sino las sandalias, las toallas, las tortas, emparedados, los refrescos, las medicinas, el chínguere, la sombrilla y las sillas plegables, que hacían juego con los viejos camastros que los han acompañado en sus viajes recientes.

“Aquí te la pasas súper chido, gastas unos cuantos varos y chupas rico”, comentaba entre risas un grupo de jóvenes de Iztapalapa, que, con trajes de baño con pedrería, colores fluorescentes o estampados con calaveras y cruces, se lanzó a la caza de su mamacita. El año pasado hicimos un recorrido turístico por las playas y logramos conquistar varias niñas, y pasarla de poca madre. Así que vamos a repetir nuestra hazaña, dijeron, mientras ‘pasaban lista’ a las chicas que con trajes de baño de dos piezas lucían sus formas, no siempre estilizadas.

Para todos los gustos hay, así que aquí no nos inhibimos, venimos a disfrutar y si a alguien no le gusta cómo nos vemos, que dirija su mirada hacia otro lado, expresaba Teresa, que junto con unas compañeras del Cetis decidieron gozar al máximo estas vacaciones.

Los capitalinos cuentan además a partir de ayer y hasta el 19 de abril con 50 rutas gratuitas a zoológicos, museos, edificios emblemáticos, fábricas artesanales y lugares como el Desierto de los Leones y Xochimilco, a bordo de 10 autobuses de la RTP, con los cuales se espera atender a 30 mil personas que tendrán la posibilidad de conocer el patrimonio, los monumentos y rutas de la capital, informó el secretario de Turismo, Alejandro Rojas, y la directora de RTP, Ariadna Montiel, por separado.