Debido a la actual crisis que vive la industria lechera mexicana, los productores del país informaron que a partir del próximo martes tendrán que empezar a derramar en sus establos entre 2 y 3 millones de litros de leche diarios por exceso de producción. Hicieron un llamado al Ejecutivo federal para que defina la prioridad que esta actividad representa para el país. Si la considera no prioritaria, que las autoridades agropecuarias utilicen los fondos de Estabilización y Comercialización de Leche y de Adquisición de Vaquillas para comprar a los ganaderos 50 mil vacas para rastro, y que así empiece a desmantelarse el inventario de vacas para que los productores puedan retirarse con dignidad.

A escala nacional se van a estar tirando entre 2 y 3 millones de litros diarios durante ocho o 10 días. Pero no como protesta, sino por impotencia y necesidad de los productores, porque la industria no compra nuestro producto, afirmó Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores de Leche.

El líder explicó que la producción está al borde del colapso, porque si ya el producto está cotizado a un precio muy bajo y no hay subsidios, la inundación de leche en polvo adulterada se ha convertido en la puntilla para la industria.