ara apreciar los resultados de la reunión de jefes de Estado del G-20 (grupo de 19 países más la Unión Europea, para fines de política económica y financiera) debemos empezar por ver qué diferencias había, qué planteaban varios de los principales países y un subgrupo, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Nos referimos sólo a las diferencias más notorias.
Había un consenso: una mayor cantidad de dinero que la hasta entonces disponible para préstamos a países que tuvieran necesidad del mismo para sortear mejor la crisis, especialmente los de menor desarrollo. Estados Unidos planteaba que con este dinero se llevaran a cabo más rescates
como los ya habidos, de bancos o industrias clave. Los principales países del continente europeo rechazaban esto, decían que lo destinado a ese rubro era suficiente y que lo importante era una regulación más efectiva del sistema financiero y una supervisión para que no volviera a pasar lo de ahora. Esto llevaba implícito que también el sistema financiero estadunidense sería controlado por un sistema internacional, lo cual había despertado declaraciones en ese país oponiéndose a este control adicional al actual.
China y Rusia plantearon que el dólar dejara de ser la moneda usada en las transacciones internacionales. Se proponían los ya existentes derechos especiales de giro (DEG), emitidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde hace muchos años y basada en una canasta
de las llamadas divisas duras. Se proponía que se agregaran otras monedas que ahora ya tienen mayor importancia que cuando se lanzaron por primera vez los DEG. Brasil e India, los otros dos países del BRIC, en su momento apoyaron esta propuesta.
Hubo hechos que adelantaban algo de la propuesta de que el dólar no fuera ya la moneda de las transacciones internacionales. También acordaron lo mismo que mencionamos para Europa continental: más regulación y control del sistema financiero. Asimismo decidieron estimular el mercado interno. China había firmado acuerdos de usar las monedas de los países que llevaban a cabo la operación o intercambio, en vez del dólar. Desde diciembre empezaron a firmar acuerdos de uso del yuan chino y de la otra moneda local con Malasia, Corea del Sur, Hong Kong, Belarus (Bielorrusia), Indonesia y, ya hace unos días, con Argentina. Este último país y Brasil habían firmado también un acuerdo similar entre ellos. Una demanda adicional era que los países en desarrollo tengan más representatividad en los organismos financieros internacionales.
Los países del BRIC habían emitido su propio comunicado al final de la reunión de ministros de economía y finanzas de los mismos países, antecedente de la que ahora terminó. Ahora decidieron no hacerlo, indicando con ello que consideraban importantes los acuerdos a los que se llegó. También lleva a considerar la posibilidad de que no todo lo acordado se haya incluido en el comunicado de la reunión de jefes de Estado.
Los principales acuerdos publicados son: uno de evidente consenso, la emisión o concentración de un billón 100 mil millones de dólares para contrarrestar la crisis. La mayor parte del dinero sería administrada por el FMI u otros organismos mundiales, pero una parte será manejada por los bancos regionales de desarrollo (como el que hemos mencionado de Asia y el que está por formalizarse en Sudamérica). No se incluyó el que se usara el dinero para rescates
, como proponían sobre todo Estados Unidos e Inglaterra. Obama jugó un papel de negociador y logró unificar posiciones en torno a varios puntos, lo cual incluyó que propuestas suyas quedaran fuera.
Una parte del dinero manejado por el FMI será emitida en unos nuevos derechos especiales de giro
, basados en varias monedas. Esto abre la puerta a un creciente uso de monedas múltiples
en vez del dólar.
Se elaborará una lista negra
de países que funcionan como paraísos fiscales. Se trata de naciones que mantienen en secreto las cuentas de sus clientes y permiten así no sólo la evasión fiscal sino el uso de dinero de procedencia ilegal.
Se establecerán nuevas normas para una mayor regulación del sistema financiero. También habrá mayor supervisión de este proceso, y eso incluye a los grandes bancos y financieras de cualquier país, incluso de Estados Unidos.
China asume el compromiso de tomar medidas para apoyar el comercio internacional, para compensar que aportó una cantidad pequeña al billón 100 mil millones de dólares.
En pocas palabras, en las diferencias entre el continente europeo y los anglosajones, ganaron los primeros. De las propuestas del BRIC, hubo avances limitados en lo que se publicó, y se irá viendo si en las semanas siguientes se avanza más. También está pendiente la mayor representación de países en desarrollo en las organizaciones internacionales.